19:30|9 de julio de 2017.- Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó la tarde de hoy hasta la localidad de Chiriaco, en la región Amazonas, donde escuchó a representantes de las comunidades afectadas por el derrame de más tres mil barriles de petróleo del Oleoducto Norperuano que opera Petroperú.
Marisol Blanchard, actual coordinadora de Relaciones Interinstitucionales del organismo supranacional, encabezó la delegación. También estuvo Marisol Pérez Tello, ministra de Justicia de Perú. Cabe precisar que se esperaba la presencia del comisionado de la CIDH Paulo Vannuchi, pero esta no se dio causando malestar en las organizaciones y comunidades anfitrionas.
Reunidos en la casa comunal de Chiriaco, hombres y mujeres del pueblo indígena Awajún tomaron la palabra para dar cuenta de los daños y las secuelas causados por el derrame que tuvo lugar hace casi un año y medio.
Salomon Awananch, representante de la comunidad nativa de Nazareth, una de las más afectadas por el derrame, expuso ante los visitantes sobre el grave daño causado al río Chiriaco, y ante el cual, explicó, el Estado no tomó las medidas más adecuadas e inmediatas.
También dio cuenta de los impactos causados en actividades tradicionales como la pesca y la agricultura.
Por su parte, Luciana Dekentai, presidenta de la Organización Central de Comunidades Aguarunas del Alto Marañón (OCCAAM), expuso sobre los daños a la salud que el derrame ha causado en varios menores de edad que participaron en la labores de limpieza del crudo.
La lideresa denunció que a la fecha el Estado no cumple con su compromiso de atender de forma integral a los y las menores, lo cual, dijo, atenta contra sus derechos fundamentales establecidos en la Constitución así como en tratados internacionales. Citó un estudio realizado por organizaciones de la sociedad civil que demuestra presencia de metales pesados en la sangre de varios menores.
De otro lado, también se hizo hincapié en los daños causados a varios comuneros, los cuales tampoco habrían recibido atención médica adecuada.
En otro momento tomaron la palabra representantes del Gobierno Regional de Amazonas para llamar la atención del Estado. El espacio estuvo moderado por el obispo de Jaén y presidente del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), Alfredo Vizcarra, quien también tomó un momento la palabra para dirigirse a la delegación de la CIDH.
Marisol Pérez Tello ofreció su respaldo a las comunidades afectadas y dijo que velará por atender las necesidades de la población. También se disculpó por la ausencia del comisionado Paulo Vannuchi. La presencia de la delegación en el lugar duró cerca de una hora.
La presencia de la CIDH en Chiriaco se logró tras una labor de incidencia realizada por el Colectivo Amazonas, del cual forman parte el Instituto de Defensa Legal (IDL), CooperAcción, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), el Servicio Agropecuario para la Investigación y Promoción Económica (SAIPE), Forum Solidaridad Perú y el CAAAP.