La comunidad nativa Santa Teresita, a dos horas de río desde Puerto Maldonado e integrada por 31 familias yines, tiene 17 casos positivos (14 asintomáticos) confirmados de tras la realización de 24 pruebas rápidas. A esa cifra se suma el primer comunero infectado, que llegó la semana pasada a Puerto Maldonado, por lo que la cifra asciende a 18. No tienen posta médica ni medicinas. La Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) exige un plan de monitoreo y acompañamiento inmediato.
Por: CAAAP – Radio Madre de Dios
12:10|17 de mayo de 2020.- La Dirección Regional de Salud de Madre de Dios realizó, el último sábado, 24 pruebas rápidas en la comunidad de Santa Teresita luego de que días atrás un comunero hubiera llegado a Puerto Maldonado con síntomas de la enfermedad y hubiera resultado positivo, teniendo que ser internado en el Hospital Santa Rosa, donde se recupera. De esas 24 pruebas, 17 resultaron positivas tal y como ha confirmado a Radio Madre de Dios el director de Epidemiología, doctor Carlos Manrique. “Falta muestrear al resto de la comunidad, estamos coordinando para ir mañana o pasado a realizar seguimiento del estado de la comunidad en coordinación con la FENAMAD”, indicó Manrique asegurando que esta visita depende de temas logísticos y de la llegada de más pruebas rápidas, que ya no hay. De los 17 positivos solamente tres tenían sintomatología leve, mientras que los 14 restantes estaban asintomáticos. En total, por lo tanto, son 18 infectados de esa comunidad ya que a los 17 positivos detectados el sábado hay que sumar el caso del primer comunero infectado.
Santa Teresita es una comunidad muy joven del pueblo indígena Yine compuesta por 31 familias, unas 130 personas. De ellos solamente los fundadores, un matrimonio de ancianos que migró décadas atrás desde el Bajo Urubamba (distrito de Sepahua-región Ucayali), son personas de avanzada edad. Prácticamente el resto de la comunidad son sus hijos, nietos y bisnietos, con sus respectivas parejas. Es decir, es una gran familia.
Las alarmas saltaron la semana pasada cuando se detectó el primer caso en un comunero que había estado trabajando fuera de la comunidad. Lo preocupante fue que, en realidad, este hombre se venía sintiendo mal desde abril y a fines de ese mes ya había sido sometido a prueba rápida, pero resultó negativo. Por eso, regresó a sus comunidad y, se presume, ahora la mayor parte de sus vecinos estarían infectados. “Probablemente todos estén infectados, las comunidades nativas son una gran familia, todo se comparte allí”, reconoce Manrique, “vamos a encontrar a muchos más positivos asintomáticos. Lo importante es identificar poblaciones de riesgo y realizar el seguimiento”.
Cabe mencionar que el jefe de la comunidad, Roy César Vargas, ha confirmado que no cuentan con posta médica ni medicamentos, encontrándose completamente desprotegidos ante la aparición de sintomatología COVID-19. Por eso, desde la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (FENAMAD) se piden acciones inmediatas al Gobierno Regional y a la DIRESA. “No es solo sacar la prueba. Hago un llamado al gobernador para que se vea una forma de monitorear, de tener permanentemente personal de salud que cumpla su función para ver la política de salud en esta comunidad”, reivindica Julio Cusurichi, presidente de la FENAMAD.