Tras más de tres décadas de lucha, el pueblo Awajún obtiene una decisión judicial sin precedentes que obliga al Estado a devolver sus tierras invadidas y restaurar ambientalmente la zona afectada.
15 de octubre de 2025.- El 30 de septiembre de 2025, la Corte Superior de Justicia de San Martín emitió una sentencia histórica en segunda instancia a favor de la comunidad nativa Shimpiyacu, del pueblo Awajún. La resolución reconoce el derecho al territorio integral de la comunidad y ordena al Estado la restitución completa de las áreas invadidas por colonos de los centros poblados La Verdad del Tornillal, Unión Progreso, Nueva Tacabamba y Nuevo Jaén.
Esta decisión, que llega luego de casi treinta años de resistencia frente a la invasión, el tráfico de tierras y la inacción estatal, representa un avance sin precedentes en la defensa de los territorios indígenas del Perú.
Celebración y compromiso en la comunidad
El 7 de octubre, las autoridades y comuneros de Shimpiyacu recibieron físicamente la sentencia en una asamblea para comprender los alcances del fallo y planificar las acciones de seguimiento para su cumplimiento.
“Después de la reunión con la comunidad hemos aclarado todas las dudas y estamos coordinando la ejecución de la sentencia. Es un proceso que tomará tiempo, pero marca un hito y un precedente para otras comunidades. Pedimos celebrar con alegría, pero también con cautela, cuidando la integridad del pueblo” señaló Wilfredo Tsamash Cabrera, representante de la Federación Regional Indigena Awajun del Alto Mayo-FERIAAM.
Desde el territorio, las voces de alegría también se hicieron sentir:
“Estamos alegres por la sentencia y pedimos apoyo a las autoridades para agilizar el proceso de desalojo”, expresó el dirigente Ramón Tentets del sector Kugkuk Entsa afectado por la invasión.
“Estoy agradecida con la FERIAAM, con todas las personas que han acompañado nuestra lucha hasta lograr esta sentencia”, añadió Sara, lideresa de la comunidad de Shimpiyacu.
Un fallo que marca un antes y un después
La sentencia ordena la actualización del catastro comunal del territorio ancestral y dispone que la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y el Ministerio de Agricultura y Riego ejecuten la restitución integral de las tierras a favor de la comunidad. Asimismo, exige el cese inmediato de toda actividad depredadora en la zona, la restauración ambiental de las áreas afectadas y la erradicación de posibles cultivos ilícitos con apoyo de la Policía Nacional del Perú.
El fallo también dispone que el Ministerio Público incorpore el enfoque intercultural en todas las denuncias que formule la comunidad durante la implementación de la sentencia y que la PCM evalúe mecanismos de reparación por los años en que Shimpiyacu estuvo despojada de su territorio.
Una victoria que sienta precedente nacional
Para Cristina Gavancho, abogada del Instituto de Defensa Legal (IDL) que representa a la comunidad, se trata de un precedente jurídico único en el país:
“Es la primera vez que una Sala Superior acoge una demanda de una comunidad nativa que busca la restitución de su territorio invadido por colonos. Este fallo se convierte en el primero en la materia, incluso por encima de precedentes del Tribunal Constitucional”, explicó.
“Ahora el reto está en exigir su cumplimiento inmediato: la actualización del catastro, la restitución del territorio, la restauración ambiental y el cese de actividades ilegales. Es una victoria histórica y esperamos que su ejecución no se demore”, agregó.
“Es una sentencia histórica para el país, que reivindica finalmente esta lucha del pueblo awajún de más de treinta años. Exige a las instancias estatales restablecer el territorio de Shimpiyacu y cumplir su deber con los pueblos indígenas” añadió Luna Contreras, excoordinadora del CAAAP San Martin.
Un paso hacia la justicia y la reparación
El fallo judicial reafirma la imprescriptibilidad de los territorios indígenas reconocida por la Constitución peruana y los estándares del Convenio 169 de la OIT, y obliga al Estado a actuar de manera efectiva frente a las invasiones, el tráfico de tierras y la violencia que han afectado a Shimpiyacu durante casi tres décadas.
Desde la comunidad, la esperanza renace. La lucha continúa, ahora con el respaldo de una sentencia que reconoce la justicia de su causa y el derecho ancestral del pueblo Awajún a vivir en su territorio integral.