Se confirma primer caso de un vecino indígena contagiado, quien estaba trabajando en la empresa SICIM, contratista de TGP. Desde el Consejo Machiguenga del Río Urubamba (COMARU) denuncian la falta de información (pues no hay comunicación oficial desde la empresa) y el no cumplimiento de los protocolos, mientras el temor ingresa en las comunidades. Las postas del distrito con mayor presupuesto del país siguen vacías
Por: Beatriz García Blasco – CAAAP
20:25|18 de junio de 2020.- La comunidad nativa Ticumpinía-Chokoriari ha decretado 14 días de cuarentena comunitaria, fortaleciendo las medidas, luego de conocer, casi a base de rumores, que uno de sus vecinos, un hombre de unos 44 años de edad, había sido evacuado a Cusco y se habría confirmado su contagio por COVID-19. Nadie sabe cómo se habría infectado, pero el diagnóstico y los síntomas se han evidenciado mientras estaba en su puesto de trabajo de la empresa SICIM, contratista de la Transportadora de Gas del Perú. Dos trabajadores más, foráneos, también habrían dado positivo según la información que se maneja en la zona. El diagnóstico se produjo en el campamento que se ubica dentro del territorio del asentamiento Tupac Amaru que está frente a Ticumpinía. “Estamos preocupados. Nosotros ya hemos informado a la base y los compañeros de Camisea han venido a apoyarnos”, informa el técnico de salud, Miguel Semperi, “nos han dicho que el día 21 vendrán con pruebas a tomar muestras a la familia”. La directiva de la comunidad, en entrevista con Radio Quillabamba, indicó que ellos tuvieron que llamar a un ingeniero de la empresa para confirmar la noticia, pues en ningún momento habrían sido notificados.
El Consejo Machiguenga del Río Urubamba (COMARU) ya ha remitido un oficio a la empresa donde critican que “hasta el momento no están cumpliendo con los protocolos respectivos sobre la situación actual” y piden con suma urgencia la donación de pruebas rápidas, equipos de protección personal, termómetros laser y medicamentos. El presidente de COMARU, Agilio Semperi, recuerda que si bien este es el primer caso de un matsigenka del distrito infectado, ya son al menos tres las oportunidades que, desde que se inició el estado de emergencia, se han registrado casos en alguna de las empresas del Consorcio Camisea. En las primeras semanas se detectaron dos positivos en el campamento de REPSOL, en la comunidad nativa de Nuevo Mundo; luego en Kiteni (Alto Urubamba), con personal infectado de TGP; y ahora son al menos tres trabajadores nuevamente que han resultado positivos en el campamento de Tupac Amaru.
La preocupación es latente, pues las postas de las comunidades de Megantoni no cuentan con medicinas para el tratamiento Covid y, mucho menos, con balones de oxígeno y pruebas rápidas. “Nosotros lo único que podemos hacer es prevención”, confirma el técnico de Ticumpinía, “por el momento la familia del infectado está en cuarentena, ellos viven como a una hora de la comunidad, así que nos vamos comunicando a través del teléfono”. Según refiere la familia, el 31 de mayo fue el último día que el trabajador local infectado habría estado en la comunidad, comprando algunos productos de higiene. Una visita rápida, según manifiestan. “Ninguno de los familiares, hasta el momento, tiene síntomas”, informa el técnico.
“Dicen que las empresas operan por necesidad del país, pero ahí no se ve la vida de los seres humanos que vivimos aquí. Aquí no estamos resguardados, no tenemos ninguna protección o implementación de medicamentos. Estamos prácticamente solos”, denuncia enfáticamente el presidente de COMARU. Como se recuerda, el último sábado jefes comunales y otros líderes indígenas se habían reunido en la comunidad de Camisea, emitiendo un pronunciamiento de urgencia sobre las múltiples carencias que tiene el distrito, a pesar de ser el de mayor presupuesto del Perú. En paralelo, crecen las críticas a su alcalde, Daniel Ríos.
Con este tipo de sucesos, varios vecinos de Megantoni manifiestan su indignación. “¿Qué hacemos nosotros resguardando el puerto, deteniendo los botes de nuestros propios paisanos, si igual el virus nos llega por la empresa?”, comentan. Al temor por la presencia de más de 100 casos en el distrito vecino de Sepahua (Ucayali) y el crecimiento constante del contagio en el otro distrito vecino, Echarate, se le suma ahora este nuevo capítulo. Al cierre de esta nota la Transportadora de Gas del Perú no se había pronunciado de forma oficial al respecto.