Fuga en el Oleoducto Norperuano se registró el 25 de enero en Amazonas. Funcionarios de Petro-Perú recorren la zona afectada
El 25 de enero se registró un derrame de petróleo a la altura del kilómetro 440 del ramal norte del Oleoducto Norperuano, en la región Amazonas. Los primeros efectos nocivos se sintieron en los campos agrícolas cercanos a la quebrada Inayo, tributaria del río Chiriaco, un afluente del Marañón; esta quebrada se ubica en el distrito de Imaza (provincia de Bagua, en Amazonas).
La primera medida que se tomó para contener el crudo fue instalar barreras de protección en la quebrada. Petro-Perú, la empresa estatal que opera el oleoducto, informó días después en un comunicado que “el hidrocarburo no ha afectado ningún río ni vía de agua de la zona, encontrándose totalmente confinado”.
Sin embargo, en los últimos días las barreras de contención se vieron superadas por las fuertes lluvias registradas en la zona y el crudo se extendió más allá de la quebrada Inayo. Edwin Montenegro, presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte del Perú (Orpian), dijo ayer que el petróleo llegó a las aguas del río Chiriaco y que incluso ya habría llegado al propio río Marañón. “Las poblaciones de las comunidades son afectadas por mareos, vómitos y malestar por el fuerte olor”, informó Montenegro. El dirigente comentó que las persistentes lluvias dificultan los trabajos de contención que el personal de Petro-Perú aún realiza en la zona perjudicada.
¿Oleoducto en mal estado?
Días después de la fuga de crudo, Petro-Perú informó que esta había sido causada por un desplazamiento de terreno en una pendiente húmeda. Sin embargo, como indicó ayer un reportaje publicado en el diario “El País”, el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, había dicho días atrás que “la infraestructura [de la empresa estatal] está obsoleta”.
____________________
Fuente: El Comercio