La Amazonía peruana atraviesa una de las crisis ambientales más graves de su historia reciente. Los incendios forestales han cobrado la vida de 16 personas, afectado a 22 regiones y han devastado miles de hectáreas de bosques y ecosistemas vitales. Comunidades indígenas enteras se encuentran bajo una amenaza inminente, mientras el gobierno central declara un Estado de Emergencia Ambiental parcial e ignora las crecientes demandas de las organizaciones indígenas y autoridades locales.
