Propuestas. Comunidad podría ser trasladada a Bayóvar, Carabayllo, Martinete o Campoy. Dirigentes aseguran que no decidirán mientras no se formalice la propuesta. Esta semana se culminará el padrón definitivo de familias damnificadas.
La zona de Cantagallo sigue en escombros. Un gran número de familias se ha trasladado a Martinete, pero no pueden realizar ninguna actividad.
12:27|16 de noviembre de 2016.- A una semana y media del incendio que destruyó la comunidad shipiba de Cantagallo, las autoridades evalúan hasta cuatro terrenos que podrían servir para reubicar a las familias damnificadas.
Todas las propuestas serán analizadas por equipos técnicos del Ministerio de Vivienda y de la Municipalidad de Lima a fin de verificar si reúnen las condiciones de espacio y habitabilidad.
Los informes de viabilidad serán elaborados por el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid), bajo la supervisión del experto Julio Kuroiwa Horiuchi.
Hasta el momento, la alternativa más “sólida”, a decir de la comuna capitalina, es el predio de Martinete, donde hoy está instalado el campamento temporal para las personas afectadas por el siniestro.
Este espacio, ubicado en la cuadra 7 del jirón Amazonas, en el Cercado de Lima, tiene una extensión de 10 mil metros cuadrados y se encuentra muy cerca del lugar donde los shipibos-conibo están instalados desde hace 16 años.
José Arispe, decano del Colegio de Arquitectos de Lima, manifestó que la zona de Martinete ha sido declarada de “alto riesgo” por sismólogos y geólogos, quienes también han advertido el peligro de autorizar conjuntos habitacionales tan cerca del río Rímac.
En tanto, Francisco Gavidia, gerente de Participación Vecinal de la comuna de Lima, informó que el Ministerio de Vivienda ha planteado que Cantagallo se traslade a un terreno en Carabayllo, en la zona norte de la ciudad.
Karina Pacaya Cruz y Wilson Valles Valles, ambos dirigentes shipibos, dijeron a La República que se les ha propuesto ser reubicados, pero a un predio en la zona Bayóvar, en el distrito de San Juan de Lurigancho.
Estos dos predios se encuentran bajo administración de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales, entidad que podría plantear opciones adicionales la próxima semana.
Aunque el municipio de Lima ya había descartado el terreno de Campoy, que la gestión de Luis Castañeda intentó vender en 2015, los representantes de la comunidad aseguraron que este espacio aún sigue en evaluación.
Lima sostiene que el terreno de Campoy es de 7 mil metros cuadrados, pero solo 5 mil 200 se pueden utilizar. La entidad municipal argumenta que el espacio no es adecuado porque en los alrededores funcionan un grifo y varios locales industriales.
Pacaya Cruz y Valles Valles señalan que las cuatro alternativas mencionadas aún no se han presentado con las formalidades debidas, por lo que ellos no han iniciado el proceso de consulta con los miembros de su comunidad.
Censo de afectados
El municipio de Lima anunció que antes del fin de semana tendrá listo el padrón definitivo de damnificados, documento que servirá para analizar cuál de los predios es el más adecuado para recibir a los shipibos y estimar los costos preliminares del traslado.
La relación se está elaborando en coordinación con las tres agrupaciones de la comunidad: la Asociación de Artesanos Shipibos Residentes en Lima (Ashirel), la Asociación de la Comunidad Urbana Shipibo Konibo de Lima Metropolitana (Acushikolm) y la Asociación de Vivienda Shipibos en Lima (Avshil).
Pacaya y Valles dijeron que no buscan obtener “casas gratis”, sino acceder a un programa de apoyo temporal de viviendas prefabricadas. También pidieron opciones de financiamiento para adquirir inmuebles de forma permanente.
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Fuente: La República
