– Del 7 al 9 de octubre próximo tendrán lugar en Lima las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La sociedad civil prepara una amplia agenda de cuestionamientos al rol de las instituciones financieras y al modelo neoliberal.
Avanza a toda máquina la organización del evento alternativo a las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que se desarrollarán próximamente en Lima del 7 al 9 de octubre de 2015.
La Plataforma Alternativa frente al Banco Mundial y el FMI, una coalición de organizaciones sociales, juveniles y de base que impulsa espacios de discusión crítica en el marco de las reuniones oficiales, organiza un evento alternativo que tendrá lugar en el céntrico Hotel Bolívar, ubicado en la Plaza San Martín.
La convocatoria para los días 7, 8 y 9 de octubre se estructurará según cuatro ejes: Banco Mundial y salvaguardas socio-ambientales, cambio climático, vigencia de los derechos humanos y pueblos indígenas.
Según un borrador del programa al que accedió Servindi, las actividades comenzarán el miércoles 7 de octubre con la proyección de la película “Hija de la laguna” y un conversatorio posterior.
Uno de los paneles previsto para la primera jornada es “El rol de la Corporación Financiera Internacional desde 1990 a la actualidad: El caso Conga” a cargo de Red Muqui, CooperAcción y Ojo Público.
Otro panel es “Salvaguardar los bosques, biodiversidad y comunidades. Lecciones aprendidas en el contexto de las salvaguardas del Banco Mundial”, organizado por Ecological Justice de Indonesia, Green Watershed de China, Ulu Foundation de Estados Unidos y Urgewald de Alemania.
Pueblos indígenas
En cuanto al eje de los pueblos indígenas, durante esta primera jornada se prevé el panel “Modelo post extractivista y cambio climático (palma aceitera)” coordinado por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), EIA y GRADE.
En el mismo eje, el panel “Balance de los pueblos indígenas sobre consulta previa y consentimiento” será organizado por el Pacto de Unidad de Organizaciones Indígenas del Perú (CCP, CNA, CUNARC, FENMUCARINAP, ONAMIAP, UNCA).
El jueves 8 de octubre, otro de los paneles programados es “Inversiones y seguridad territorial de los pueblos indígenas en América Latina “, a cargo del Instituto del Bien Común (IBC) y el Colectivo Territorios Seguros para las Comunidades del Perú.
Durante esta segunda jornada, otro de los paneles será “Transparencia y participación ambiental en el sector extractivo” coordinado por el Centro de Análisis e Investigación Fundar de México y la Asociación Ambiente y Sociedad (AAS) de Colombia.
El viernes 9 de octubre tendrá lugar el “Encuentro de mujeres indígenas” convocado por la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), cuyo objetivo será reflexionar sobre la identidad y la auto-identificación, brindar herramientas para potenciar los liderazgos juveniles y fortalecer las organizaciones indígenas, mixtas y de mujeres.
Marcha de los Pueblos
El evento alternativo a las reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI cerrará con una masiva Marcha de los Pueblos el día 9 de octubre.
La concentración se convocará a las 9:00 a.m. y el punto de reunión será la Plaza San Martín, donde se contempla realizar un actividad cultural para iniciar la movilización a las 11:00 a.m.
Uno de los objetivos de la marcha será entregar un documento que resuma los resultados de la participación abierta y democrática de las organizaciones que integran la plataforma alternativa, que reúna sus críticas y propuestas por un sistema socio económico más justo y sostenible.
Alto impacto
Las instituciones financieras como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los bancos regionales son la fuente de recursos financieros para el desarrollo más grande del mundo. Estas instituciones prestan cada año entre US$60 y US$70 mil millones a los países de ingresos medios y bajos.
El Banco Mundial es además una reconocida fuente de conocimiento sobre el desarrollo y sus tesis e investigaciones suelen orientar el debate sobre la pobreza. Otras organizaciones siguen sus planes y acciones, lo que efectivamente amplifica el impacto de sus préstamos.
Proyectos cuestionables
Los préstamos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que financian proyectos e impulsan modificaciones en las políticas de los países subalternos prometen reducir la pobreza y estimular el desarrollo económico.
Pero proyectos y programas mal concebidos han causado daño al medioambiente y a la sociedad, incluyendo impactos irreversibles en los hábitats naturales, poblaciones desplazadas y violaciones a los derechos de los pueblos indígenas.
Según el Bank Information Center, institución independiente que monitorea a las agencias financieras internacionales, “muchas veces los planes del Banco Mundial y el FMI se llevan a cabo sin la participación informada de las personas afectadas ni el cumplimiento de la legislación de los países prestatarios”.
“Como instituciones financieras públicas son responsables de las consecuencias de los proyectos y programas que financian y deben rendir cuentas sobre sus acciones”, sostiene la misma fuente en su página de Internet.
Reuniones de 2014
Durante las Reuniones Anuales del Banco Mundial en Washington de octubre del año pasado, se organizaron protestas en doce ciudades de cuatro continentes para denunciar los proyectos “Doing Business” y “Benchmarking the Business of Agriculture”, financiados por el Banco Mundial.
Bajo el hashtag “WorldvsBank”, el mundo reclamó frenar los proyectos que sirven únicamente a los intereses de las grandes corporaciones.
En las redes sociales como Facebook y Twitter surgieron canales de intercambio de información crítica sobre el Banco Mundial y el FMI que se actualizan las veinticuatro horas (aunque casi todo está en inglés).
Acaparamiento de tierras
Uno de los programas del Banco Mundial más cuestionados es el sistema de clasificaciónllamado “facilidad para hacer negocios” (“Doing Business Rankings”), que otorga puntos a los países cuando regulan sus economías en favor de “facilitar negocios”.
Esto consiste básicamente en allanar el camino a los planes de las empresas transnacionales y acelerar trámites administrativos, bajar impuestos, eliminar la legislación ambiental y las barreras comerciales.
Este sistema de calificaciones impulsa reformas a las leyes sobre propiedad de la tierra tendientes a convertirla en una simple mercancía. En ese proceso, se dejan de lado los derechos humanos, las protecciones a los trabajadores y el uso intensivo de recursos naturales no renovables, entre otros temas clave.
¿Quiénes pierden?
Los más afectados por estas políticas son los pequeños agricultores, precisamente quienes producen el 80% de la comida que se consume en los países pobres.
Los pequeños agricultores son la columna vertebral del sistema alimentario y en gran medida los principales inversionistas y empleadores del sector agrícola en nuestros países.
Sin embargo, el Banco Mundial prefiere utilizar su poder con herramientas como las calificaciones de “facilidad para hacer negocios” o “análisis comparativos del negocio agrícola”, para imponer las mismas medidas digitadas por las grandes empresas del agronegocio.
Los negocios del Banco Mundial en Guatemala
Según el Banco Mundial, Guatemala es uno de los países “más abiertos” a la inversión extranjera directa, uno de los diez principales reformadores globales y es el único país de Latinoamérica que aparece en la lista Doing Business 2014.
Si bien es cierto que en los últimos cuatro años se implementaron reformas importantes para atraer inversión extranjera directa, en el sector agrícola el aumento de la inversión dio lugar a la apropiación de tierras por grandes productores de caña y palma aceitera, lo que resultó en eldesalojo masivo y violento de miles de personas.
Los negocios del Banco Mundial en Honduras
En los últimos años, las inversiones de grandes empresas privadas han sido fuente de conflictos con los campesinos y han resultado en desalojos, asesinatos y violaciones generalizadas de los derechos humanos.
Sin embargo, el Banco Mundial hace la vista gorda y sigue apoyando a la agroindustria y prestando dinero al país.
La campaña global “Nuestra tierra – Nuestro problema” ha elaborado una serie de hojas informativas sobre la actuación del Banco Mundial en más de veinte países (varias de ellas fueron traducidas al español), a las que se puede acceder en el siguiente enlace:https://ourlandourbusiness.org/es/informes/country-reports/
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Fuente: Servindi