Sanidad regional de Madre de Dios también niega riesgo por mercurio. Representante del Ambiente asegura que daños sí existen
Por Ricardo León
Laberinto es uno de los distritos de la provincia de Tambopata, enMadre de Dios. Junto a Huepetuhe y Delta, esta es una de las primeras zonas donde ingresó la minería fluvial, hace más de 50 años. Todos en este pueblo han realizado esta actividad, incluso el alcalde, Julio Luna. Sentado en su despacho, Luna trata de explicar por qué él y las demás autoridades, encabezadas por el gobernador regional Luis Otsuka, se oponen al decreto supremo de la PCM que declara el estado de emergencia en Madre de Dios.
“Se ha generado una situación de pánico, un caos social”, alega Luna. El lunes, las dos radios municipales colapsaron por las llamadas que llegaban desde todos los rincones de Laberinto pidiendo explicaciones apenas se enteraron de la medida. Algunos pensaban que la emergencia incluía presencia militar y suspensión de garantías. “Por el mercurio se ha satanizado la actividad minera”, añade el alcalde.
En Laberinto se tiene más miedo a lo que pueda generar el decreto que al propio mercurio. En los mercados, los vendedores de pescado bromean con los clientes respecto de la presencia de mercurio en esta carne; lo hacen sabiendo que el producto que venden “está limpio”, pues proviene de piscigranjas. Prácticamente nadie en Madre de Dios, ni el más acérrimo defensor de la minería, come pescado de río, la vía más rápida para contaminarse con este metal.
—Salud y ambiente—
Hasta ayer, la discusión respecto del decreto se dio en el terreno político. El gobernador Luis Otsuka repite que el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, ha magnificado los daños del mercurio para justificar la medida. Ambos llevan más de dos años enfrentados por el tema de la formalización minera. Nunca han podido llevar su debate al plano técnico.
Pero sí hay en Madre de Dios quienes tienen opiniones desde el aspecto técnico en materia de salud y medio ambiente, y también hay opiniones encontradas.
Humberto Chávez es director del hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado, el más grande de la región. En su escritorio tiene abierto el libro “Mercurio Hg: el ocaso de un pueblo”, escrito por Santiago Vallejo, que cuenta lo que ocurrió en el 2000 en Choropampa (Cajamarca) tras el derrame de 151 kilos de mercurio líquido, propiedad de Yanacocha. Chávez lo relee por estos días para comparar esa situación con la que se vive en Madre de Dios.
“En 22 años que llevo trabajando aquí, nunca he visto un caso de intoxicación por mercurio, dice el médico. No niega que haya mercurio en la región, pero no tiene pruebas de que haya un envenenamiento por tal razón.
A Chávez, al igual que a todos los políticos de esta región, “le extraña” que los estudios que el Ejecutivo presentó como prueba para decretar la emergencia no hayan sido mostrados a las autoridades locales para su análisis, y dice que estos debieron ser realizados por universidades peruanas, no extranjeras .
“Un estudio estadístico se puede manipular”, dice Chávez, quien se suma a la protesta liderada por Otsuka. Vale recordar que el cargo de Chávez lo designa el gobierno regional de turno.
Es difícil encontrar opiniones contrarias a la vertiente prominera en Madre de Dios. Una de ellas es la de Humberto Cordero, representante local del Ministerio del Ambiente. Él dice estar “desconcertado por el negacionismo” de todas las autoridades en la región.
“Cuando la Universidad de Duke realizó análisis en personas y peces, participaron las direcciones regionales de Salud y Producción. No pueden ahora comentar que el problema del mercurio no es grave. Pero el problema mayor es que hay mucha desinformación. Nadie ha entendido el contexto ni los alcances de esta medida”, dice. Esta posición, en este momento, la tiene una pequeñísima minoría en Madre de Dios.
El drama de Tres Islas
La contaminación es innegable
La presencia de altas cantidades de mercurio sí ha sido comprobada y documentada en Madre de Dios. Un caso puntual ocurrió en la comunidad de Tres Islas, que hasta hace años se dedicaba exclusivamente a la pesca, aunque últimamente allí también extraen oro de manera artesanal.
En el 2013 se realizaron análisis a cinco familias de Tres Islas, y todos sus integrantes presentaron altos índices de mercurio, por encima de los límites permitidos. La Dirección Regional de Salud les entregó un certificado a cada uno de los jefes de familia.
Asimismo, Guimo Loayza, representante de la Defensoría del Pueblo en Madre de Dios, cuenta que el gobernador Luis Otsuka lo convocó el martes para firmar un comunicado de reclamo contra el gobierno, pero este se negó.
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Fuente: El Comercio