Más de 1’200,000 niños de poblaciones indígenas y originarias están esperando que se apruebe la Política y el Plan Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (EIB). Tiene la licencia social de una Consulta Previa en la que participaron las organizaciones de los pueblos indígenas, pero aguarda su licencia legal en los escritorios. La Defensoría del Pueblo, el CNE, el Frente Amplio y otros colectivos solicitan su urgente aprobación en la PCM.
La EIB es parte de la agenda social pendiente del próximo gobierno, que ha suscrito compromisos con los pueblos indígenas. Busca garantizar que los niños y niñas de una de las poblaciones más excluidas del país, accedan a una educación de acuerdo a su cultura, con currículos pertinentes, maestros bilingües y materiales en sus lenguas originarias. Propone que aprendan además el castellano como 2da. lengua y que todas las escuelas del país impartan educación Intercultural, de modo que nuestra educación valore nuestra asombrosa diversidad cultural.
Hay avances: actualmente 60% de escuelas donde estudian niños indígenas cuentan con maestros bilingües y 88% tienen materiales educativos en su lengua. Por primera vez se ha honrado en educación el Convenio 169 de la OIT, que exige que los pueblos indígenas sean consultados en todo lo que les atañe y la educación, sin duda, es clave para sus vidas.
¿Cuáles son los retos? De aprobarse esta política se abren serios desafíos. En primer lugar vincular la EIB a los territorios de los pueblos, rompiendo el cerco de la escuela y recuperando experiencias como la educación comunitaria. Segundo,rescatar los saberes de los niños, sus pueblos y culturas, no solo para fines pedagógicos, sino nacionales de modo que el diálogo horizontal intercultural cambie el tablero para la reconfiguración del Perú como nación. Tercero, hacer permanentes los mecanismos de consulta y participación ya contemplados, priorizando la consulta a los propios niños como sujetos de su cultura y su destino. Cuarto, educación intercultural en todas las escuelas y para todos los estudiantes, incluyendo la opción de aprendizaje de lenguas originarias además del inglés por todos los niños.
Quinto, reforzar la institucionalidad de la EIB en el sector, devolviéndole el estatus de Dirección Nacional e incrementando su presupuesto hasta cubrir la brecha de atención. Actualmente la EIB es parte de una Dirección-amalgama cuyo nombre parece un trabalenguas: Dirección Gral. de Educación Básica Alternativa, Intercultural Bilingüe y Servicios Educativos en el Ámbito Rural.
La EIB junto a otras políticas como la Consulta Previa contrarrestan siglos de invisibilización, sujeción y oprobio de los pueblos indígenas, convirtiendo la educación en un hecho emancipatorio.
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Fuente: Diario UNO