Por Pablo Gómez Barrios
14:39|21 de noviembre de 2016.- El problema de agresiones sexuales contra niños indígenas ocupará un lugar central en la Investigación nacional sobre mujeres y niñas indígenas desaparecidas y asesinadas, puesto que estas agresiones ocurren con una frecuencia alarmante, afirman trabajadores sociales.
Durante una investigación realizada por la agencia Prensa Canadiense que duró varios meses, muchas víctimas y expertos relacionaron los abusos sexuales a niños indígenas con la ola de suicidios de menores que sacude a varias comunidades de las Primeras Naciones de Canadá.
Sharon Acoose vivía en Regina, Saskatchewan y tenía solo tres años cuando tres de sus tíos la violaron. Luego vino la prostitución y fue encarcelada. Hoy, a los 63 años, ella afirma haber vivido una existencia marcada por el consumo de drogas y alcohol. Sus agresores ya murieron.
Las sevicias sexuales y otras violencias de ese tipo son tan frecuentes en las comunidades indígenas que todo parece indicar que ocuparán un lugar predominante en la Investigación nacional cuyas audiencias deben comenzar a principios de 2017.
Según la primera evaluación hecha por la Gendarmería Real de Canadá, la policía federal, en 2014, un total de 1181 mujeres indígenas han sido asesinadas o desaparecidas entre 1980 y 2012. Un año más tarde, otros 32 casos de asesinatos y 11 de desapariciones se sumaron a las cifras oficiales.
La profesora Yvonne Boyer, presidenta de la Cátedra de Investigación Canadiense en Salud y Bienestar de Indígenas de la Universidad de Brandon, Manitoba, afirma que las mujeres indígenas son vulnerables, justamente porque son mujeres y son indígenas.
En un informe para el ministerio de Salud Pública, sobre la trata de personas con relación a las indígenas en el que ella participó en 2014, la profesora Boyer afirma que varias mujeres que se encuentran en el engranaje de la explotación sexual, también sufrieron de agresiones sexuales durante su adolescencia. “Hay niñas y niños que son abusados, adolescentes que son violadas y que continúan sus vidas y el problema se convierte en un comportamiento normal” dice la profesora Boyer.
Wally Opal, que presidió la Comisión de Investigación sobre la forma como las autoridades de Columbia Británica llevaron a cabo la investigación criminal sobre el asesino Robert Pickton, piensa también que hay un vínculo indiscutible entre los abusos sexuales a niños y las desapariciones y asesinatos de mujeres indígenas.
Robert Pickton fue reconocido culpable en 2007, del asesinato de 6 mujeres y fue condenado a cadena perpetua. También fue acusado de haber asesinado a otras 20 mujeres, varias de ellas indígenas.
En su informe, Wally Opal concluye que las mujeres indígenas eran mucho más susceptibles de sufrir violencias de un nivel más elevado, además de estar sobre representadas en las estadísticas sobre las personas desaparecidas.
Sharon Acoose se pregunta por qué el gobierno federal no ordenó una investigación 20 años antes y estima tener suerte de estar con vida hoy en día para poder dar su testimonio. Su vida tomó un giro favorable para ella y en la actualidad enseña el Trabajo social en la Universidad de las Primeras Naciones de Canadá en Saskatoon, provincia de Saskatchewan.
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Fuente: RCI