18:14|24 de noviembre de 2016.- En la provincia de Satipo, en la parte oriental de la región peruana de Junín, veinte mujeres originarias en su mayoría de comunidades nativas amazónicas expusieron su preocupación por el cambio climático y la actuación que buscan tener desde diversos espacios para hacerle frente a dicho fenómeno que, a advertencia de ellas, pone en peligro sus vidas y la de sus familias.
“Antes había mucha agua, riachuelos… ahora se han secado muchos”, dice Prisila Contreras en su lengua originaria, el asháninka. Quien hace la traducción agrega que sorpresa y preocupación vienen causando también los repentinos incrementos de temperatura y de los vientos, a lo que se suman de otro lado los cambios en las dinámicas del trabajo de la tierra.
Esta problemática se expuso en el marco del Curso-taller Cambio Climático desde un enfoque intercultural y de género, que organizó el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), los días 23 y 24 de noviembre, con la colaboración de funcionarios locales y lideresas indígenas.
Según explica la ingeniera forestal Gabriela Mayta, expositora durante el evento y parte del equipo organizador, en los dos días salieron a flote varios temas, algunos de ellos muy poco difundidos como el alquiler de tierras por parte de algunas comunidades para el sembrado de piña y kion, acción que no contaría con el respaldo de un grupo mayor de comuneras.
Contreras, de la comunidad de Santa Rosa en el distrito de Río Negro, sostiene que con dicho cambio, terceros han empezado a usar agroquímicos como herbicidas y también fertilizantes sintéticos, lo cual “estaría matando la tierra” por lo que, advierte, ya ni siquiera se podría tomar agua de fruta al estar todo con químicos.
Ante ello, Maybee Sinacay Tomas, subgerente de Pueblos Indígenas del distrito de Pichanaqui, provincia de Chanchamayo, reconoció la necesidad de tomar acciones inmediatas. “El cambio climático nos afecta a todas, ya las cosas no son iguales. Si nosotras mismas no trabajamos en torno a cambiar esto, nuestro futuro y el de nuestros hijos peligra”, dice resuelta.
En ese sentido, Luzmila Chiricente Mahuanca, destacada líder indígena asháninka, invocó a las autoridades tanto nacionales como regionales y locales, a trabajar directamente con las comunidades.
“El gobierno debe hacer talleres para sensibilizar a los hombres y mujeres de lo que está sucediendo; ahora, no es lo mismo cómo afrontan esta situación los yaneshas, los asháninkas, u otros pueblos, porque cada quien ve desde su cosmovisión”.
La lideresa zanja que “tampoco es igual el problema con el hombre y con las mujeres a quienes (el cambio climático) nos afecta más porque nosotras tenemos más responsabilidades del cuidado de la casa y los hijos.”
En ese contexto, la expectativa de las mujeres se decantó por la apropiación de espacios comunales –en los que muchas su voz poco se toma en cuenta– y otros referidos al ordenamiento de su propio territorio. Para ello plantearon la emisión de ordenanzas municipales que favorezcan su participación en los citados procesos de ordenamiento territorial.
Otros temas también preocupantes dentro de las comunidades, a decir de las participantes, es “la pérdida de identidad indígena en los y las jóvenes y la violencia familiar”. Por su parte, Mayta, del CAAAP, destaca que también causa enorme preocupación el incremento de los incendios forestales y la deforestación que se vendría dando para el establecimiento de monocultivos.
A la cita en Satipo llegaron mujeres provenientes de los distritos de Río Negro, Río Tambo, Mazamari, Vizcatán del Ene y Pichanaqui (Chanchamayo); también de la Federación Regional de Mujeres Asháninkas, Nomatsiguengas y Kakintes (FREMANK). El evento fue posible gracias al valioso apoyo del equipo del CAAAP en Selva Central.
Durante el curso-taller se expusieron los temas: políticas ambientales nacionales y regionales, gestión ambiental, cambio climático, ecosistemas forestales, entre otros.