12:37|12 de julio de 2018.- La titulación de los territorios ancestrales de Perú y Guyana toma a las comunidades indígenas hasta 25 y 30 años, mientras que las empresas obtienen concesiones para explotar esas tierras en apenas unos meses, según un informe del Instituto de Recursos Mundiales (WRI) presentado hoy en Lima.
En el estudio «La lucha por los derechos a la tierra», donde se analiza la situación de comunidades indígenas de 15 países de África, Asia y América Latina, se evidencia que muchas comunidades indígenas no llegan a formalizar su tierra, incluso después de décadas de esfuerzos y trámites.
La razón de estos largos procesos está en que los procedimientos para la adquisición de territorios de comunidades indígenas requieren asesoría técnica o despliegue de recursos económicos que no siempre son accesibles para estas poblaciones, según explicó a Efe Laura Notess, investigadora del WRI y autora del informe.
En tanto, muchas de las compañías que obtienen el derecho a territorios que han estado asociados a comunidades indígenas «evaden ciertos procedimientos, de manera legal o ilegal», señaló Notess.
Así, mientras los procedimientos para la adquisición de territorios de comunidades indígenas requieren siempre un análisis para detectar derechos de terceros, no ocurre lo mismo cuando lo adquiere una compañía.
Además, según señala el estudio, los pasos para alcanzar el título de territorios requiere en algunos países como Filipinas de 56 pasos obligatorios, y en los que no requiere de tantos pasos como en el Perú, donde estos son 19, los trámites precisan de apoyo legal y de especialistas en suelos, recursos que son inaccesibles para muchas comunidades.
«A las comunidades indígenas se les exige completar estudios técnicos que requieren capacitación que no siempre tienen», o se les impone otros procesos como ser reconocidos primero por una instancia regional, tal como ocurre en Indonesia, donde «las comunidades tienen que hacer ‘lobbys’ con sus gobiernos regionales», apuntó Notess.
En tanto, en otros países como Guyana, las aplicaciones para ser reconocidos como comunidades indígenas, paso necesario para acceder a títulos de propiedad, «simplemente quedan relegadas en las oficinas administrativas».
Además, según explicó Notess, existen otros motivos que trascienden lo administrativo, como el de «aquellos estados que no quieren que las comunidades tengan derecho sobre esos recursos, y que hacen el procedimiento imposible, como ocurre en Chile».
En el país sureño, según precisó, las comunidades indígenas deben obtener un documento histórico que señale a sus territorios como propios para «a partir de ahí poder iniciar el trámite de reconocimiento de sus territorios».
«La lucha por los derechos a la tierra» también revela la tendencia de uso de territorios de las compañías para la tala de madera, la minería, el cultivo de palma aceitera y la deforestación para la agricultura y la ganadería.
La investigación realizada por la WRI comprende un análisis de situaciones de países latinoamericanos como Panamá, Guyana, Perú, Chile y Brasil; los africanos Costa de Marfil, Camerún, Uganda, Tanzania y Mozambique; y los asiáticos India, Camboya, Filipinas, Indonesia y Papúa Nueva Guinea.
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Fuente: Agencia EFE/ AT&T