Allí se puede apreciar ambientes acuáticos de espectacular belleza que generan una interrelación con el bosque para servir de hábitat a una fauna y flora muy variada. En su interior se protegen bosques inalterados que albergan una alta cuota de especies biológicas endémicas de interés nacional.
Visitar este espacio protegido es una aventura única pues permite adentrarse en lugares donde la naturaleza funciona tal cual como lo viene haciendo desde innumerables años, es decir sin perturbaciones. Entender estas dinámicas nos hace valorar las áreas naturales protegidas para entender la importancia que tienen en nuestro desarrollo.
Fauna y flora
Entre las especies animales que se puede apreciar en el Bosque de Protección San Matías-San Carlos se tiene al lobo de río (Pteronura brasiliensis), el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la sachavaca (Tapirus terrestris), el otorongo (Panthera onca), el sajino (Tayassu tajacu), la huangana (Tayassu pecari), el venado (Mazama americana), el mono choro (Lagothrix lagotricha) y el picuro (Agouti paca). Esta última especie constituye una de las principales fuentes de proteínas de las comunidades indígenas asentadas en el Bosque de Protección San Matías-San Carlos.
En cuanto a las aves, se puede observar al conocido
gallito de las rocas(Rupicola peruviana), al águila crestada (Morphnus guianensis), a la tucaneta (Aulacorhynchus derbianus), al paujil (Mitu tuberosa) y a diversas especies de loros.
En este importante lugar se protegen especies claves tales como la caoba (Swietenia macrophylla), el tornillo (Cedrelinga catenaeformis), el nogal (Juglans neotropica), el cedro (Cedrela odorata) y la uña de gato (Uncaria tomentosa). Esta última especie medicinal es consumida por las poblaciones locales para la cura de diferentes enfermedades y representa una oportunidad para fomentar su comercialización a través de un manejo sostenible del bosque.
Del mismo modo, sus diferentes pisos presentan una impresionante vegetación que varía desde el bosque alto exuberante hasta el bosque tupido sobre los 2,000 metros de altitud con abundantes helechos, bromelias, líquenes, musgos, epifitas, orquídeas y ericáceas.
Comunidades indígenas
En el ámbito del Bosque de Protección San Matías-San Carlos se encuentran asentadas comunidades nativas asháninkas y yaneshas, cuyos pobladores conservan su tradición ancestral del uso de la tierra.
Es posible visitar estas comunidades y empaparse de la diversidad cultural de la zona. De esta manera, el visitante puede aprender otros estilos de vida y entender la armoniosa relación que puede existir entre el hombre y su entorno.
Clima
El Bosque de Protección San Matías-San Carlos presenta una temperatura que varía entre los 5° y 32° C. La mayor precipitación pluvial se produce entre los meses de noviembre a abril.