Bajo el firme discurso de que las vulneraciones hacia los pueblos indígenas de la selva continúan, se desarrolló el Conversatorio ‘Baguazo: 10 años en lucha’ en la Universidad Nacional Mayor San Marcos. Los líderes awajún Edwin Montenegro, Agostina Mayán y Raquel Caicat protagonizaron un encuentro donde alzaron la voz con el convencimiento de que el pasado debe recordarse para evitar que un nuevo Baguazo vuelva a suceder
Por: Beatriz García
13:30|7 de junio de 2019.- “Muchas veces nos han dicho que el pueblo indígena mezquina su bosque y su territorio sin entender que los indígenas, sin el bosque, no somos nada. Por eso luchamos por nuestro territorio”. Ante algo más de cien personas la voz de la lideresa awajún Raquel Caicat sonó fuerte y convencida, como las de sus hermanos Edwin Montenegro y Agostina Mayán, en el Conversatorio ‘Baguazo: 10 años en lucha’ que se desarrolló en la Universidad Nacional Mayor San Marcos en la noche del 05 de junio. En la mesa también participó el abogado de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonía Peruana (AIDESEP), Raúl Lunasco, quien detalló cómo se encuentra el proceso que se apertura a raíz del Baguazo a nivel legal.
Un auditorio casi lleno para escucharles con atención. Un público con rostros conocidos pero, sobre todo, con dos personas muy especiales y hacia las que dirigieron muestras de admiración y agradecimiento. El padre Fermín Rodríguez s.j., quien durante décadas convivió con ellos desde la parroquia de Santa María de Nieva y, como párroco de Chiriaco, vivió en persona los acontecimiento de una década atrás, y la hermana Carmen Gómez, quien en 2013 fue premiada con el Premio Nacional de Derechos Humanos de Perú y, desde que ocurrió el Baguazo, ha trabajado porque se esclarezcan los hechos realizando publicaciones como ‘La verdad de Bagua: informe de la Comisión Especial para investigar los sucesos de Bagua’. “Tienen corazón de awajún y respaldo de awajún”, afirmó Mayán.
Sobre la efeméride la opinión fue unánime. A una sola voz, un mismo grito: el Baguazo no es pasado, no es historia, porque la vulneración de los derechos indígenas continúan. “La masacre en Bagua nos trajo la Ley de Consulta Previa que hoy sigue siendo un saludo a la bandera porque en la actualidad se siguen dando nuestras tierras a petroleras, mineras y otras empresas dedicadas a derribar nuestros bosques”, advirtió Montenegro, “la ley debe ser respetada pero hasta hoy no tenemos respuesta del Estado y estamos próximos a otras catástrofes, como por ejemplo la llamada Hidrovía Amazónica”.
Justicia e igualdad. Esa es la petición, no sólo en lo referente a las investigaciones en torno a lo ocurrido aquel 05 de junio de 2009, sino a todos los niveles. “Muchas veces nos desconocen, por eso nosotros, por esas leyes que nos dan, luchamos y derramamos sangre. Reclamamos, no por capricho como muchos lo llaman, sino porque es nuestro derecho”, reflexionó Caicat, “no nos olvidemos que quien fue nuestro presidente nos llamó ‘ciudadanos de tercera’, amigos esos no existe, pero así nos tildó”.
La vida continúa, y la lucha… también
Recordar es vivir. Bajo esa premisa inauguró su intervención la joven Agostina Mayán. “Para qué llorar cuando ya enterramos nuestros muertos y la vida continúa y, para que no se repita nunca más el Baguazo, de las vivencias, así hayan sido errores o no, hay que aprender”, opinó la líderesa awajún, “muchos nos dijeron que nos equivocamos al irnos al paro nacional amazónico, pero son opiniones vacías. La lucha de los pueblos indígenas siempre existió, sólo que no salían a las calles, pero hace diez años con esos decretos lesivos tuvieron que salir y los hechos nunca fueron programados para que entre peruanos nos matáramos”.
No fue el único llamado a la reflexión. Una petición que Coicat concretizó en la figura política: “¿Acaso nosotros damos las leyes? No nos escucharon, por eso hubo enfrentamiento y muertes. Este hecho lamentable es muy penoso. En la Amazonía peruana todo el mundo está recordando este día porque es histórico para toda la población a nivel de la Amazonía peruana. Nos tocó a los pueblos awajún y wampis, mañana o más tarde les ocurrirá a otros pueblos porque nos siguen dando leyes lesivas y creen que como pueblos indígenas no nos damos cuenta”.
Escucharles visibilizó que, si algo se ha logrado en esta última década, es que los líderes indígenas se sientan más capaces, más seguros de alzar su propia voz sin necesidad de que otros hablen por ellos.