Un acercamiento a la mirada, realidad y aspiraciones de la mujer indígena amazónica

No se presentan como víctimas, sino como defensoras de sus territorios, sus familias y sus culturas. Si bien queda camino por andar para superar la doble vulneración que sufren (como indígenas y como mujeres), los rostros femeninos de la Amazonía requieren contar con un espacio para el debate y reflexión de sus problemáticas en el próximo Sínodo de la Amazonía. Brindemos algunas claves para comprender más la situación actual, con una inevitable mirada al pasado que proporciona explicaciones, de las mujeres indígenas amazónicas ante este importante evento eclesial

Mujer representante del pueblo indígena Yine, durante la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado. Foto: Santi Vedrí

Mujer representante del pueblo indígena Yine, durante la visita del Papa Francisco a Puerto Maldonado. Foto: Santi Vedrí

Por: Ángela Vilca y Beatriz García (CAAAP)

14:35|27 de setiembre de 2019.- Según el III Censo Nacional de Comunidades Indígenas, en Perú viven más de 107 mil mujeres que se autoidentifican como indígenas de la Amazonía. Este dato, sin embargo, no considera a las mujeres indígenas amazónicas migrantes ni a quienes integran grupos en aislamiento voluntario. Es decir, son muchas más. Más de la mitad de la Amazonía tiene rostro de mujer, un colectivo que, además de la vulneración común que presentan las poblaciones amazónicas, debe enfrentar diversos riesgos y amenazas por su condición de género. La mujer indígena es doblemente vulnerada. Ante esto, cabe preguntarse, ¿qué rasgos comunes presentan estas mujeres, más allá de sus propias culturas?, ¿qué les une a todas ellas? Características y situaciones que los obispos, expertos y representantes indígenas que participarán en el Sínodo de la Amazonía deberían tener presentes para, en la reflexión, otorgar a las mujeres indígenas amazónicas un lugar relevante que las acompañe en su lucha por el desarrollo y el bienestar colectivo.

Las mujeres amazónicas viven en un contexto desfavorable, producto de un proceso histórico de violencia, colonización y desplazamiento. Hoy, su situación se complica ante las amenazas de la minería, deforestación, extracción de petróleo, expansión de monocultivos y biocombustibles, narcotráfico, y otras. Este escenario trae nuevas relaciones sociales y de género (Belaunde, 2011) donde prevalecen el machismo, la discriminación y la desigualdad, tanto al interior como al exterior de las comunidades y organizaciones, generando repercusiones en el desarrollo, integridad y la vida cultural y espiritual de las mujeres indígenas (Aidesep, 2018).

Frente a ese contexto adverso, la mujer indígena, en su diversidad cultural, desempeña un rol fundamental en sus comunidades y en la sostenibilidad y protección de la vida. Asimismo, ellas contribuyen en el hogar y la chacra; son difusoras de su lengua y conocimiento ancestral; y, en muchos casos, son referentes principales en la defensa del territorio y los derechos humanos de sus pueblos.

Durante el proceso preparatorio para el Sínodo de la Amazonía, estas cuestiones han estado presentes en los diferentes encuentros y actividades que se han centrado en escuchar, en específico, a las mujeres (indígenas y ribereñas, migrantes). Temas vitales, importantes, pues ellas juegan papeles claves en la educación de las futuras generaciones, en la alimentación de las familias y, muchas veces, salen al frente para defender a sus comunidades con valentía. Son protagonistas de mucho peso porque, desde antaño, y si bien apenas lograban espacios de participación, siempre han sido las principales consejeras en los diversos espacios donde están presentes.

Ahora, poco a poco van ocupando puestos clave como dirigentes, pasando del espacio doméstico de hace décadas, a los roles de decisión públicos y políticos. “Las propuestas para las mujeres indígenas deben nacer desde las mujeres indígenas. Tradicionalmente hemos sido tratadas como seres pasivos. Ahora es momento de que se piense en nosotras como sujetos de derechos”, sostiene Ketty Marcelo, Presidenta, entre 2016 y 2019, de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP).

Entender a la mujer amazónica implica adentrarse en su realidad, en su cosmovisión y en todo aquello que da sentido a su existencia. Proporcionamos aquí seis de las claves que nos pueden ayudar a conocerlas un poco más.

Señora del pueblo Ese Eja, en la región Madre de Dios. Foto: Pavel Martiarena

Señora del pueblo Ese Eja, en la región Madre de Dios. Foto: Pavel Martiarena

La mujer indígena amazónica ante la situación de violencia de género. Perú es el tercer país de Latinoamérica con más feminicidios. Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES, 2017), el 57% de las mujeres en la Amazonía han sufrido algún tipo de violencia (psicológica, verbal, física y/o sexual) por su esposo o compañero. Además, las actividades extractivas y los megaproyectos generan otras formas de violencia como la trata, la prostitución, el abandono familiar, los embarazos no deseados por violencia sexual y el acoso sexual hacia las mujeres (y niñas) indígenas (Belaunde, 2011).

La mujer indígena amazónica y la medicina tradicional. Las mujeres, principalmente las abuelas, transmiten el conocimiento sobre la medicina ancestral y el uso de plantas medicinales. Ellas cumplen un rol necesario durante el parto, la maternidad, la primera menstruación, el cuidado y la alimentación de los niños. Sin embargo, este papel ha sido relegado por un modelo occidental de salud sin pertinencia intercultural. En ocasiones, su atención termina violentando el ejercicio de su salud sexual y reproductiva. Cabe mencionar algunos ejemplos como la desinformación para el tratamiento y la prevención de ETS y VIH-Sida; la violencia obstétrica e, incluso, las “esterilizaciones forzadas como una forma fácil de método anticonceptivo” (OMIASEC, 2019).

La mujer indígena amazónica, con menos oportunidades de estudio. En el plano educativo, las mujeres tienen menos probabilidades de acceso a la educación que los hombres. Según la ENDES, un 19.2% de las que tienen 15 años en adelante, nunca ha estudiado y un 21.2% no sabe leer ni escribir. Otra problemática se visibiliza en las escuelas. Las niñas y adolescentes sufren discriminación, humillación, racismo e intolerancia (Aidesep, 2018) vulnerándose así su identidad. Esto contribuye a la deserción escolar.

La mujer indígena amazónica, defensora de su territorio. La chacra, el bosque y el río son, para las mujeres amazónicas, parte fundamental de su territorio porque sostienen la soberanía alimentaria y la economía familiar (Onamiap & Oxfam, 2019). Además, es la base de su identidad y cosmovisión porque es ahí donde habitan sus ancestros y los espíritus protectores de la naturaleza (Regan, 2018). Las actividades extractivas y megaproyectos amenazan ese territorio, pues contaminan el medio ambiente y contribuyen al cambio climático poniendo en peligro la vida.

Sin duda, el territorio y todo lo que en él se integra es una de las principales preocupaciones de las mujeres amazónicas. “Antes, en mi pueblo, abríamos la puerta a los foráneos hasta que vimos que la mayoría venía a imponer. Ellos no entienden que nuestra tierra es sagrada, que no se vende, que es la Madre Tierra que nos alimenta”, describe Zoila Ochoa, vocal de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP). Yéssica Patiachi, la única mujer indígena del Perú que tendrá el privilegio de participar de las asambleas internas del Sínodo de los Obispos, también incide una y otra vez sobre la importancia del medio ambiente para la preservación de los pueblos amazónicos, de la Amazonía y del planeta: “Sólo los bosques nos salvarán. Queremos vivir. Quiero que el Sínodo tenga impacto para que muchos reflexionen y hagan la réplica sobre ¿qué estamos dejando para nuestros hijos y nietos? Esa es la pregunta”.

En su migración a las ciudades, las mujeres son víctimas constantes de discriminación. En la imagen una mujer shipiba de la comunidad de Santa Eulalia, a las afueras de Lima. Foto: Beatriz García

En su migración a las ciudades, las mujeres son víctimas constantes de discriminación. En la imagen una mujer shipiba de la comunidad de Santa Eulalia, a las afueras de Lima. Foto: Beatriz García

La mujer indígena amazónica migrante, sujeto de discriminación. La extracción de recursos naturales y la depredación del bosque dificultan la subsistencia de los indígenas amazónicos en sus comunidades. Como consecuencia, han comenzado a desplazarse a diversas ciudades del Perú buscando mejores condiciones de vida y oportunidades educativas y laborales (Vega, 2014). Sin embargo, allí encuentran otras adversidades como la discriminación, principalmente en forma de racismo por su origen indígena, y la explotación laboral.

En el caso de las mujeres, las consecuencias negativas de la migración se visibilizan de forma diferenciada. En el desplazamiento de la comunidad a la ciudad, algunas se convierten en víctimas de las redes de trata y prostitución. Además, ya en las ciudades, se enfrentan a la discriminación que ellas y sus hijos viven. A pesar de esto, construyen mecanismos de resistencia identitaria como madres y artesanas por el bienestar de sus hijos e hijas. La artista shipibo-konibo, Olinda Silvano, lo sabe bien y tiene muy claro, porque lo ha vivido en carne propia, cómo enfrentar las dificultades que llegan cuando se decide migrar a la ciudad: “La clave es sentirnos orgullosas de lo que somos. Migramos, sí, pero sin olvidar nuestras raíces ni nuestra cultura, sino para difundir, para derribar la discriminación enseñando y logrando que los demás nos valoren”.

La mujer indígena amazónica enfrentando la amenaza de pérdida cultural. Ellas juegan un papel necesario en la supervivencia cultural de sus pueblos gracias a que transmiten la cultura y lengua a través del diálogo inter generacional y su vínculo con el territorio (Araujo, 2017). En este sentido, la destrucción de la Amazonía y el deterioro de la vida comunal quiebran su dinámica cultural. Esto se da por la intervención de modelos culturales occidentales como la monetización de sus relaciones sociales, nuevos modelos de feminidad, la individualidad, y el consumo de alcohol, situaciones que han relegado a los valores familiares y comunales, así como la idea del buen vivir indígena basada en la reciprocidad, la convivencia y colectividad.

En la Amazonía, las matriarcas de las familias continúan luchando por conservar la cultura propia enseñando a sus nietas tradiciones como la elaboración de la artesanía, los cantos, los tejidos, etc. Foto: Leyre Hualde

En la Amazonía, las matriarcas de las familias continúan luchando por conservar la cultura propia enseñando a sus nietas tradiciones como la elaboración de la artesanía, los cantos, los tejidos, etc. Foto: Leyre Hualde

Luego de haber liderado el reconocimiento de su lengua ante las autoridades peruanas, la profesora Amalia Casique, del pueblo ashéninka, cree firmemente en la cultura como articulador de la vida de los pueblos indígenas. “Mi mensaje para las mujeres indígenas es: Valoremos nuestras costumbres y practiquemos el Bien Común en beneficio de nuestras comunidades y familias”, aconseja.

La mujer indígena amazónica logrando espacios de participación política. En muchos casos, se subestima y deslegitima la capacidad política de las mujeres indígenas en los espacios de consulta previa, participación y representación al interior de las asambleas comunales y organizaciones indígenas locales, regionales y nacionales. “Hay pérdida de oportunidades, en muchos casos se priva a las mujeres de asistir a las asambleas, reuniones y capacitaciones; y si lo hacen, son estigmatizadas y señaladas como mal ejemplo a otras mujeres en la comunidad” (OMIASEC, 2019).

A pesar de esto, mujeres de diversas organizaciones indígenas han comenzado a disputar diferentes espacios para ejercer su plena participación en la vida pública y política (Aidesep, 2018) y construir nuevas agendas que visibilicen, en específico, sus problemáticas.

A modo de reflexión final

Las problemáticas antes señaladas son un ápice de ese abanico de preocupaciones que tienen las mujeres amazónicas. En ese sentir, se aprovecharon los diversos espacios de consulta rumbo a este Sínodo de la Amazonía. Las mujeres indígenas y no indígenas han buscado articularse y trabajar propuestas colectivas para que sean consideradas en este evento mundial, que como diría el Papa Francisco, son propuestas atrevidas. Y, como es el mismo sentido del Sínodo ese “caminar juntos” implica también, caminar con ellas, las mujeres.

_________________

BIBLIOGRAFIA

– AIDESEP. 2018    Las mujeres indígenas de la amazonía peruana: igualdad de género desde la comunidad hacia el país. Lima: Aidesep, Terra Nuova & Fondo Ítalo Peruano.

ARAUJO, Brenda. 2017    Estudio de la mujer indígena amazónica. Situación y propuestas. Lima: CAAAP & Centro cultural José Pio Aza.

– BELAUNDE, Luisa Elvira. 2011    “La mujer indígena en la colonización amazónica: ruptura de la masculinidad, tránsitos y nuevos espacios políticos”. En: Mujer Rural. Lima: International Land Coalition.

– Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP). 2019    Amazonía. Desafíos y orientaciones pastorales frente al cambio climático. Lima: CAAAP.

– ONAMIAP & OXFAM. 2019    Sin mujeres indígenas, ¡no! Aproximaciones desde la implementación de la consulta previa, libre e informada en la industria extractiva en el Perú. Lima: Onamiap & Oxfam.

– Organizaciones de Mujeres Indígenas Asháninkas de la Selva Central (OMIASEC). 2019    Relatoría de encuentro de mujeres. Documento Interno. Satipo, Junín.

– REGAN, Jaime. 2018    La actuación de los espíritus en tres pueblos amazónicos. Cartilla para una pastoral intercultural. Lima: CAAAP.

– VEGA, Ismael. 2014    Buscando el río: Identidad, Transformaciones y estrategias de los migrantes amazónicos en Lima Metropolitana. Lima: CAAAP, Terra Nuova y Municipalidad de Lima.

Artículos relacionados

Llutakuna Wasi: la artista Manuela Amasifuén reinaugura espacio para exhibir y revalorizar la cerámica kichwa en Lamas

Llutakuna Wasi: la artista Manuela Amasifuén reinaugura espacio para exhibir y revalorizar la cerámica kichwa en Lamas

Manuela Amasifuén Sangama, ceramista kichwa de Lamas, reinaugura Lluytakuna Wasi, su primer espacio propio, fruto de décadas de lucha por el reconocimiento, la justicia y la valorización del arte indígena. Este lugar, símbolo del esfuerzo colectivo de las mujeres de su comunidad, busca promover el respeto y la retribución justa por el arte amazónico, al tiempo que inspira a las nuevas generaciones a valorar sus raíces y a preservar el legado cultural de sus ancestros.

leer más
Comunidad kichwa Puerto Franco logra una victoria histórica contra la conservación excluyente del Parque Nacional Cordillera Azul y su proyecto de créditos de carbono (REDD+)

Comunidad kichwa Puerto Franco logra una victoria histórica contra la conservación excluyente del Parque Nacional Cordillera Azul y su proyecto de créditos de carbono (REDD+)

La comunidad kichwa de Puerto Franco, en San Martín, logró un fallo histórico que reconoce la vulneración de sus derechos territoriales tras la imposición del Parque Nacional Cordillera Azul sin consulta previa. La sentencia ordena titular sus territorios ancestrales, anular concesiones forestales y garantizar su participación en la gestión del parque y los beneficios del proyecto de créditos de carbono (REDD+). Este hito marca un precedente clave para los derechos indígenas frente a políticas de conservación excluyente y actividades estatales inconsultas.

leer más

Ud. es el visitante N°

Facebook

Correo institucional CAAAP

Archivos

Pin It on Pinterest