Del 22 al 25 de marzo, el movimiento indígena, las organizaciones sociales, instituciones de la sociedad civil y defensores y defensoras de la Panamazonía, llevarán a cabo el IX Foro Social Panamazónico (FOSPA). Esta gran plataforma de articulación internacional se reunirá durante cuatro días en Mocoa, departamento del Putumayo, Colombia, en la frontera con Perú y Ecuador. La organización espera la participación de unas 1.500 personas.
Por: CAAAP
09:00|26 de febrero de 2020.- Comienza la cuenta atrás. Las delegaciones de todos los países de la Panamazonía y, por supuesto, también la de Perú, están ultimando detalles para su participación en el IX Foro Social Panamazónico (FOSPA) ‘Por la vida, defendemos la Amazonía’ que se desarrollará del 22 al 25 de marzo. Falta, menos de un mes para que la ciudad de Mocoa (Colombia) se convierta en el centro de debate y análisis sobre las problemáticas y alternativas de solución de la cuenca amazónica. Asimismo, el IX FOSPA será un espacio para el fortalecimiento de la articulación de líderes y lideresas y organizaciones indígenas y sociales con el mismo objetivo: la preservación de la Amazonía y sus pueblos. Mocoa es la capital del Putumayo, una ciudad que, según datos oficiales, cuenta con menos de 50.000 habitantes pero que dentro de pocas semanas abrirá las puertas a unos 1.500 visitantes. Esa es la cifra estimada por los organizadores, que el 19 de febrero ya realizaron, en Bogotá, el lanzamiento oficial de este encuentro internacional.Pero, ¿por qué es importante el Foro Social Panamazónico? ¿Cuándo y por qué nace? ¿Quiénes participarán? ¿Cuál es el precedente más inmediato?
Podríamos decir que este año 2020, el FOSPA cumple la mayoría de edad. Sí, hay que remontarse hasta el 2002 para hallar sus raíces en Brasil. Allí, en Belem, se celebraron las dos primeras ediciones y empezaron a sentarse las bases de este movimiento de articulación de las luchas y reivindicaciones indígenas. “La Panamazonia es una constelación. Somos muchos, diferentes, pero queremos estar juntos. De ahí viene nuestra fuerza”, se lee en la carta de Belem de Pará, resultado de la segunda edición del FOSPA. Y de ahí continúa: “No somos ciegos, ni estamos en contra del desarrollo; estamos en contra del desarrollo que sólo busca el lucro sin tomar en consideración a los hombres y mujeres que constituyen la mayor riqueza de la Amazonia. Discutimos propuestas alternativas, intercambiamos experiencias valiosas y estamos seguros de que existen caminos que permiten la comunión de todos y todas con el medio ambiente en un mundo donde la prosperidad sea un bien común”.
Articular. Esa es la palabra que más se relaciona con esta iniciativa panamazónica, pues fue la necesidad de articular, de compartir esfuerzos y de idear soluciones conjuntas la que la motivó y sigue estando en el centro de su organización que, por decisión el Comité Internacional (CI) del FOSPA desde 2010, se celebran cada dos o tres años, alternando con el Foro Social Mundial (FSM). ¿Con qué objetivos? Dos principalmente. Uno, el que ya mencionábamos, articular agendas articular agendas de las organizaciones y redes amazónicas para, a través de ello, visibilizar las propuestas para la defensa de la Amazonía, frente al modelo de desarrollo basado en el extractivismo, los megaproyectos y la violación de los derechos de los pueblos indígenas y la naturaleza que incrementan los impactos del cambio climático. “En un sentido más amplio, queremos ser un movimiento que critica el modelo extractivo-colonial impuesto a las poblaciones amazónicas y levanta la bandera de una región Pan Amazónica gobernada por sus pueblos”, se puede leer en su web oficial (www.forosocialpanamazonico.com).
La importancia radica en ser punto de encuentro y enlace a través del cual se trazan acciones concretas y compartidas en temas clave como el reconocimiento de las culturas; el impulso hacia el autogobierno y el desarrollo autónomo de los pueblos; la promoción de la justicia social y ambiental en oposición a los modelos de “desarrollo” depredadores y perjudiciales para quienes pueblan la Panamazonía; y la discusión de alternativas y propuestas que permitan construir la justicia e igualdad social, sustentada en una democracia participativa e intercultural. Todo en un espacio diverso donde, a la mayoritaria participación de líderes y lideresas indígenas de organizaciones de todos los países, se suman instituciones de la sociedad civil aliadas que comparten la defensa de la Amazonía y los pueblos que la habitan desde tiempos ancestrales.
El precedente más inmediato fue el VIII Foro Social Panamazónico desarrollado en 2017 (del 28 de abril al 1 de mayo) en Tarapoto (Perú) donde participaron 1600 representantes de los pueblos indígenas, organizaciones y movimientos sociales. De ese encuentro surgieron un total de 25 propuestas plasmadas en la ‘Carta de Tarapoto’. Fue un encuentro que permitió compartir experiencias, fortalecer la articulación de los pueblos y sus aliados y plantear propuestas y acciones para la búsqueda de alternativas viables encaminadas hacia la construcción del buen vivir y la vida plena.