Familias de las comunidades indígenas Monte Salvado, Puerto Nuevo y Santa Alicia, en el río Piedras, así como la de Sonene, en la frontera con Bolivia, acogen con entusiasmo la oportunidad de acceder a la comunicación a través de sistemas satelitales. Cáritas Madre de Dios viene teniendo puentes con el apoyo de instituciones aliadas. Pronto cuatro comunidades más serán beneficiadas.
Por: CAAAP / Cáritas MDD
15:00 | 18 de febrero de 2021.- Elvis Ronald Pinedo es, desde 2014, técnico de enfermería de la comunidad nativa del pueblo Ese Eja Sonene, en el río Heath, frontera con Bolivia. “Como sabemos, los técnicos de enfermería no somos médicos”, recuerda ante las cámaras. Sabe que la instalación del servicio de Internet en la comunidad será, para él, una gran ayuda. Ahora, para solventar las dudas que surgen cuando se dan complicaciones graves de salud de los comuneros, podrá hablar rápidamente “con los médicos de la ciudad, coordinar con ellos y seguir sus indicaciones”.
Con similar entusiasmo reciben la noticia en la comunidad yine Santa Alicia. Los hermanos Neyser y Yéssica Maymara Urquía transmiten sincero agradecimiento. “Comunicarse por Internet es mucho mejor que la radiofonía. Los comuneros están muy alegres, porque ahora podremos comunicarnos más rápido y mandar fotos, audios, videos…”, comenta Neyser, que es el jefe de la comunidad. Yéssica resalta la importancia que la señal de internet tendrá para mejorar en temas de prevención. Podrán ahora, por ejemplo, comunicarse con sus vecinos cuando el río baje con mucha creciente y se vuelve peligroso para la navegación. “Si hay alguna emergencia nos podremos ayudar más rápido”, indica.
No muy lejos de Santa Alicia está Gilbert Zevallos, vicepresidente de la comunidad yine-asháninka Puerto Nuevo. Él menciona otro punto importante para comprender por qué la comunicación para los pueblos yines del río Piedras es vital. A uno, dos y hasta tres días de viaje desde Puerto Maldonado según la época del año, esta cuenca convive con una situación muy particular. Sus inmediaciones son zonas de tránsito constante de, como ellos llaman, “nuestros hermanos aislados” del pueblo mashco-piro. Cada cierto tiempo se producen avistamientos y contactos puntuales y también algunos enfrentamientos. El último incidente grave se reportó el año pasado. Un joven yine fue asesinado. Comunicarse con mayor facilidad, tanto entre comunidades como con las autoridades y organizaciones indígenas que intervienen en estos casos, es vital. Zevallos también resalta que el Internet será útil, especialmente, a los niños. “Nos va a servir mucho sobre todo para nuestros niños y para nuestra educación que viene padeciendo mucho del caos del año pasado sobre el Covid. Nuestros niños no aprendieron nada”, asegura.
En Monte Salvado ya contaban con sistema de Internet, instalado gracias a un proyecto de FENAMAD, pero en las últimas semanas estaba comenzando a fallar. “Como tiene más de un año de uso en época de lluvias ya estaba descargando y a veces se nos iba la señal”, explica la presidenta Karla Sebastián. Ellos son la comunidad más alejada de la cuenca y, generalmente, los más expuestos a las emergencias que se producen por la relación con los indígenas aislados. Karla también resalta que contar con señal les da mayor tranquilidad en lo relativo a su salud: “A veces el técnico se ausenta a Puerto Maldonado para hacer gestiones o recoger las medicinas, con Internet al menos ya podemos comunicarnos para saber qué hacer”.
Elvis, Neyser, Yéssica, Gilbert y Karla son cinco de los cientos de indígenas, en su mayoría yines, pero también ese ejas y asháninkas, que desde hace unas semanas tienen, el mundo, un poco más cerca. Gracias a la instalación de internet mediante un sistema con placas solares ahora cuentan con señal. Y es que la brecha digital sigue siendo demasiado grande para multitud de comunidades de la Amazonía peruana así que, gracias al esfuerzo coordinado desde Cáritas Madre de Dios, ahora Sonene, Santa Alicia, Puerto Nuevo y Monte Salvado ya pueden comunicarse.
Pero esto no habría sido posible sin el esfuerzo también de Cáritas del Perú desde donde, con el apoyo de Cáritas Alemania y la Arquidiócesis de Friburgo, se viene implementando el proyecto “Prevención y atención de la pandemia por COVID- 19 en Perú”. El secretario ejecutivo de Cáritas Madre de Dios, Juan Carlos Navarro, adelanta también que pronto se logrará llegar de forma similar hasta otras cuatro comunidades de la región Madre de Dios gracias a la preocupación y ayuda brindada por más instituciones aliadas.
“La idea es trabajar con ellos la telemedicina, y usar esa herramienta para que puedan conectarse con los puestos de salud y puedan atenderles si es que hay una necesidad urgente”, menciona Navarro para explicar cuál es la principal motivación que ha llevado a instalar internet satelital en estos lugares tan alejados de la región. Todo ello, asegura, va en una misma línea de trabajo: el desarrollo humano integral de los pueblos indígenas. Asimismo, resalta que la pandemia ha puesto en evidencia la clara necesidad de fortalecer e insistir en algo que la Iglesia ya trabajó mucho tiempo atrás: la capacitación de promotores de salud.
En pleno siglo XXI mejorar la salud y la educación de los pueblos indígenas necesita nuevas estrategias y, sin duda, que si se lograran superar las brechas digitales el camino se acortaría sobremanera. Y es que la comunicación es un excelente puente hacia el reconocimiento de los derechos y la dignidad de las personas, también de los indígenas.