“Justicia que tarda no es justicia”. A un año del asesinato de Roberto Pacheco, su padre denuncia que el crimen continúa impune

A pesar de las conversaciones encontradas por la DIVIAC entre los cinco presuntos implicados donde, con palabras clave, se estaría planeando el ataque y que, en su día, se detuvo a tres de ellos, el proceso avanza lento. “Y los invasores siguen ahí, las evidencias están ahí”, lamenta la familia

Momento de la despedida a Roberto Carlos Pacheco en septiembre de 2020, en la comunidad San Juan. Foto: Comité de Gestión de la Reserva Tambopata y Jefatura de la Reserva Tambopata

Por: CAAAP / Radio Madre de Dios

07:00 | 20 de septiembre de 2021.- El 10 de septiembre de 2021 el defensor medioambiental Roberto Carlos Pacheco fue asesinado en Madre de Dios. Murió de dos disparos. Aquel día varios hombres le atacaron cerca de la concesión forestal de su familia, luego de años luchando para defender su territorio y denunciando las amenazas de un grupo de invasores ilegales. Ha pasado más de un año de este crimen, uno los tantos que, desde que inició la pandemia, ha conmocionado no solo a la selva sur del Perú, sino a toda la Amazonía. Al menos nueve vidas de defensores y defensoras ambientales que se han apagado violentamente en los últimos meses.

Y ahora, con la conmemoración de este primer año como telón de fondo es la familia de Roberto Carlos Pacheco quien denuncia que aún no encuentra justicia. Así lo ha señalado el padre de la víctima, Demetrio Pacheco, quien además es vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata. Una vez más, el proceso judicial ha sido dilatado y quienes asesinaron a su hijo permanecen impunes.

De los cinco presuntos implicados, según la evidencia de las conversaciones recolectadas por la División de Delitos e Alta Complejidad de la Policía Nacional del Perú (PNP), solo tres hombres lograron ser capturados en su momento. Otros dos huyeron con paradero desconocido. No obstante, para el juez Tony Quispe Yanqui, del Juzgado de Investigación Preparatoria de Laberinto, no existirían suficientes elementos de prueba que los vinculen con el asesinato de Roberto Carlos Pacheco. Es por eso que, en octubre del 2020, decidió dictar comparecencia simple, es decir, arresto domiciliario, para Hilario Mamani Churata, Leonidas Mujica Mayorga, y Rolando Becerra Raime.

Imagen del defensor ambiental asesinado, Roberto Carlos Pacheco. Foto: Difusión

“Justicia que tarda, no es justicia”, lamenta Pacheco. En la actualidad, el proceso fue elevado a Sala y declarado como ‘caso complejo’ por el Ministerio Público, luego de que la institución apelara la resolución de comparecencia simple del juez. Esta decisión causó que los abogados de los implicados apelaran y pidieran el control de plazos, dilatando aún más el proceso. Además, mientras la Sala no se pronuncie sobre el tema, el caso permanecerá estancado.  “Hace un mes hablé con el abogado de la defensa. Dijo que la Sala se va a pronunciar, y luego nuevamente convocarán para el proceso. En eso están”, declaró Pacheco en entrevista con Radio Madre de Dios.

Invasores libres

Desde 2012, el vicepresidente del Comité de Gestión de la Reserva Nacional de Tambopata había presentado siete denuncias por deforestación y usurpación de tierras contra la Asociación Los Hijos Ecológicos de Madre de Dios. Hasta la muerte de Roberto Carlos, ninguna de las carpetas fiscales había avanzado. Tampoco el pedido de garantías que Demetrio Pacheco alguna vez intentó solicitar en la Prefectura de Madre de Dios. “Tal vez se ha podido evitar este fatal homicidio. (…) Ahí, en la secretaría, cuando yo fui, la persona que me atendió leyó el escrito que había presentado y me dijo: esto no va a proceder”, cuenta para los micrófonos de Radio Madre de Dios.

Y es que, precisamente, el presunto autor intelectual del crimen, Hilario Mamani, y el policía en retiro, Leonidas Mujica, formaban parte de la Asociación de Agricultores Ecológicos los Hijos de Madre de Dios, en los cargos de vicepresidente y socio, respectivamente, en el momento en el que ocurrieron los hechos. Los presuntos invasores no solo estarían implicados en la muerte de Roberto Carlos, sino que también habían interpuesto denuncias contra Demetrio Pacheco por deforestación, luego de que él les denunciara ante el Ministerio Público.

Según Pacheco, la asociación presentó un expediente a la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre (Gerfor) de Madre de Dios donde adjuntó certificados de posesión que fueron expedidos a partir del 1988. Lo extraño, señala, es por qué la organización no le denunció antes, si él estaba desde 1984 en su concesión de forestación y reforestación.  “Lo que más sorprende es que hacen aparecer un certificado de posesión cuando recién se han constituido en el año 2012”, comenta. Pese al conflicto por las tierras, la Gerfor no se ha tomado la molestia de cruzar la información de cada concesión para llegar a una conclusión, afirma.

Evidencias insuficientes

En las conversaciones que fueron recolectadas por la Diviac, tras incautar los celulares de los involucrados y levantar su secreto de comunicaciones, se aprecian coordinaciones con palabras en clave donde, presuntamente, los cinco hombres planean adquirir las armas, encontrarse y perpetrar el crimen de Roberto Carlos Pacheco. Estas pruebas, para el juez Tony Quispe Yanqui, no son suficientes para dictar prisión preventiva. Pese a que el magistrado aplazó la audiencia de prisión preventiva de forma excepcional en octubre del 2020, para posteriormente dictar comparecencia simple contra los implicados, la Oficina Desconcentrada de Control de la Magistratura (ODECMA) no se ha pronunciado.

No obstante, el que sí habló en su momento fue el fiscal Superior Octavio Ramos Pacompía, entonces presidente encargado de la Junta de Fiscales Superiores del Distrito Fiscal de Madre de Dios. Para él, se trató de una ‘situación poco habitual’. «Cuando se convoca una audiencia de prisión preventiva, que es una audiencia de carácter inaplazable, se tiene que dar. El señor juez, con las facultades que tiene, tiene que hacerse respetar”, declaró el padre de la víctima durante su entrevista para Radio Madre de Dios.

Amenazas que no se detienen

Durante una constatación fiscal efectuada este año por una denuncia interpuesta en 2017, Demetrio Pacheco narró que uno de los invasores apareció con una escopeta para amenazarlo. Al llegar a la zona junto a un representante de la Gerfor y efectivos policiales vestidos de civil, el sujeto empezó a insultarlo pensando que se encontraba solo. Posteriormente, mencionó Pacheco, la policía se lo llevó hacia Puerto Maldonado. “Los invasores siguen ahí. Las evidencias están, pero queremos que se aceleren otras dos carpetas, si quiera la de 2012, y la del 2016”, sostuvo.

Pese a que las autoridades le otorgaron medidas de protección, Demetrio Pacheco dijo que el reciente proyecto de la “Ley que Promueve, Reconoce y Protege a los Defensores de Derechos Humanos”, no ha generado mayores cambios en el campo de acción a favor de los activistas medioambientales, a pesar de contar con el respaldo de siete ministerios.

 

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