Cuando un científico se convierte en jaguar o sobre «Plantas maestras. Tabaco y Ayahuasca»

Jeremy Narby. Foto: Errata Natura

Por: Andrea Cabel (De un silencio ajeno)

09:30 | 20 de enero de 2022.- «Plantas maestras. Tabaco y Ayahuasca» (CAAAP, 2021) es una propuesta que combina dos formas de conocimiento y ofrece una comprensión más completa de una planta que es considerada poderosa y peligrosa. El libro, como proyecto inició en el 2018, cuando Jeremy y Rafael conversaron por primera vez. Fue concluido en el 2020 y publicado en el año que acaba de pasar: 2021. La importancia de esta propuesta radica en que es una invitación a entender que el pensamiento indígena no se opone a la ciencia, sino que por el contrario, dialoga con ella, y entre ambas se complementan. Por todo esto, este libro invita a vincularse y conocer más las formas de sentir y pensar la ciencia desde los conocimientos amazónicos.

Fuente: Textos laterales de Andrea Cabel.

Esta entrevista la realizamos con uno de los dos autores de este libro: Jeremy Narby (1959). Él es antropólogo, doctor por la Universidad de Standford y escritor canadiense. En sus libros, examina el chamanismo, la biología molecular y el conocimiento botánico y biológico de los chamanes a través del uso de enteógenos en muchas culturas.

Desde 1985 Narby pasó varios años viviendo con los Asháninka en la Amazonía Peruana. Ahí conoció a un hombre llamado Carlos Pérez Shuma quien se convirtió en su principal contacto. Él tenía 45 años y resultó ser un chamán del tabaco, es decir, un tabaquero. Con él aprendió propiedades de esta planta, y de hecho, experimentó lo que implica las correspondencias y disonancias entre la ciencia  y el pensamiento indígena. En este libro, escrito a partir de sus  diálogos con el maestro vegetalista Rafael Chanchari, nos cuenta propiedades, usos y la importancia del tabaco y la ayahuasca. Al respecto, quisiera iniciar la entrevista con una cita del libro que nos permite entender su objetivo principal:

«Pienso que la clave para integrar los dos sistemas de saber es ir y venir entre ambos con bastante frecuencia y durante un largo periodo de tiempo. Es haciendo malabares que uno se convierte en malabarista» (pp. 84)

De izquierda a derecha: Alberto Chirif, Jeremy Narby, Ramirez Tamani, Chanchari y Regan. Presentación del libro. Foto: CAAAP.

¿La Ayahuasca es como un ser humano?

Sí, así lo expresan los indígenas amazónicos. La describen como un ser poderoso, dotado de intención, lleno de conocimiento y capaz de enseñar. Para ellos, esta es una perspectiva concreta. Una persona puede experimentar cuán poderoso es el ser de la ayahuasca al ingerir la planta y prestar atención a cómo se manifiesta en su cuerpo y en su mente. Tratar con ayahuasca es como tratar con un ser humano, en el sentido de que puede ser difícil, lleno de giros inesperados, y también puede ser enriquecedor y sumamente interesante.

La mente de un chamán

Nadie sabe exactamente qué sucede en el cerebro o la mente de un chamán que ha comido una pasta de tabaco y que vive la experiencia de convertirse en jaguar. Pero mi opinión es que el impacto de la nicotina en varias hormonas humanas, incluidas la adrenalina, la dopamina, la serotonina y el glutamato, subyacen en parte a la experiencia, sin explicarla por completo. La nicotina que contiene el tabaco hace que el corazón lata más rápido, lo que bombea más sangre al cerebro, y al mismo tiempo libera un verdadero cóctel de hormonas humanas en el sistema.

Oleo sobre lienzo. Autor: Jeisson Castillo.

Objetivización científica VS. subjetivación amazónica

La visión científica de una «sustancia» es exclusivamente física, mientras que la visión indígena es tanto física como interpretativo, o relacional. Desde el punto de vista indígena, una planta tiene una esencia, algo así como una personalidad, pero esto no está del todo separado de las propiedades físicas de la planta. En algunas lenguas indígenas, la palabra esencia o espíritu o alma, también se refiere al duramen o médula de una planta. Así, el espíritu de la planta si manifiesta en su sabor, olor y coloración. Los conceptos indígenas no separan el físico del conjunto.

Para entender lo que significa la diferencia entre acercarse de un ser como si fuera un objeto, afirmando por ejemplo que una planta es solo una bolsa llena de moléculas, y acercarse de el como si fuera una persona, basta de pensar en un ser humano. De un lado, es cierto que un humano es hecho de carne y hueso, que es una suerte de bolsa carnosa. Pero sabemos que un humano no es solamente esto, sino también una persona. Las dos cosas no son incompatibles.

Ayahuasca. Fuente: XL SEMANAL.

Bueno, de allí, la pregunta seria, ¿“que es una persona?”, y esto es un vasto debate filosófico. En breve, si tienes un punto de vista, eres una persona. Y según los amazónicos, una planta no es solamente una bolsa de sustancias, sino también un ser, que tiene sus intenciones y su punta de vista.

Las madres (de las plantas, de las cochas…)

En los conceptos amazónicos, la madre, o el dueño, de una planta, es como una personalidad ubicada al nivel de la especie, que supervisa al mismo tiempo cada representante individual de esta especie. Así que la “madre del tabaco” es una entidad que representa el tabaco como especies, y que cuida también plantas individuales de tabaco. Hasta la fecha, la ciencia y los pensadores occidentales tienen dificultades en entrar en este concepto.

El saber pensar desde otras perspectivas

Los amazónicos saben muchas cosas precisas sobre la multitud de especies naturales en la selva amazónica, saben además pensar desde el punto de vista de las otras especies, lo que les da una capacidad de empatía con ellas. Saben ver que los diferentes seres que viven en nuestro mundo tienen una inteligencia. Los amazónicos tienen conceptos útiles para pensar a algunos aspectos complejos del mundo que escapan aun a la visión materialista y reduccionista de la ciencia contemporánea.

—-Fragmento del libro—-

«A los científicos les gusta estandarizar las sustancias que estudian, porque el método científico requiere pruebas repetidas en diferentes momentos y lugares, sin variación en el objeto de estudio. Pero no existe una ayahuasca «estándar». Cualquier mezcla dada contiene el bejuco de ayahuasca pero más allá de esta base, los otros contenidos dependen completamente de la persona que prepara el brebaje.

El etnobotánico Jonathan Ott enumera 97 especies de plantas amazónicas como aditivos confirmados de ayahuasca, que incluyen toé, coca, y dos especies que contienen DMT. Esto significa que cualquier bebida puede contener o no, nicotina, escopolamina, cocaína, o DMT, todas las cuales son potentes sustancias psicoactivas por derecho propio. Ott sugiere pensar en la ayahuasca como un «vehículo farmacológico multipropósito». Siendo este el caso, es imposible proporcionar una definición molecular precisa de la ayahuasca» (pp. 69)

Si  quieren leer usos, propiedades, así como amplias pruebas y discusiones tanto sobre los pros como sobre los contras de la ayahuasca y el tabaco (me  refiero sobre todo a la PLANTA de tabaco, y en menor grado, también a sus alcaloides) les invito a leer el libro. Tiene mucha información científica valiosa que además, está planteada de un modo claro y ágil.

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Artículo publicado originalmente en La Mula por Andrea Cabel . Se puede leer aquí.

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