Más de un mes después del derrame de crudo ocurrido en la quebrada Patoyacu, uno de los afluentes de la cuenca del Chambira, indígenas urarinas iniciaron una medida de lucha en el tramo Trompeteros-Saramuro del oleoducto Norperuano, en la región Loreto, ante la falta de atención y respuesta por parte del Estado.
Por: CAAAP / Radio La Voz de la Selva.
15:15 | 14 de julio de 2022.- «El 6 de junio se denunció el derrame de crudo en la comunidad La Petrolera. Esto ha afectado a muchas más comunidades, porque por la lluvia ha bajado por la quebrada Patoyacu y se ha contaminado completamente. Hay hermanos urarinas que se han enfermado producto de esta situación y hasta ahora no hay presencia del Estado». Son las palabras de Gilberto Inuma Arahuata, presidente de la Federación de Pueblos Indígenas Urarinas del Rio Chambira (FEPIURCHA); sobre la decisión de ejercer su derecho al control territorial y paralizar las actividades petroleras del Oleoducto Norperuano, en la región Loreto.
Desde el último miércoles 13 de julio, las comunidades indígenas urarinas que conforman esta organización tomaron el tramo Trompeteros-Saramuro para impedir el tránsito fluvial de las embarcaciones, y cerraron una válvula en el kilómetro 92, a la altura de la comunidad nativa Nueva Unión. Desde FEPIURCHA exigen que el gobierno regional y nacional cumplan con los acuerdos pactados para la atención de las demandas de los pueblos indígenas en salud y remediación ambiental.
El presidente de esta organización indígena detalló que siguen esperando la llegada de representantes del sector salud para la evaluación a la población y la atención con medicinas de los enfermos, así como del Ministerio de Energía y Minas. Y es que, hasta el momento, solo se ha hecho presente en las comunidades afectadas por la fuga de hidrocarburos el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). «No tenemos ningún resultado de que hay contaminación. No hay nadie quien nos diga. Hemos escrito al OEFA para que nos dé información pero hasta ahora no hay respuesta», sostuvo Gilberto Inuma.
Las 16 comunidades que integran FEPIURCHA se unieron estas demandas y, a través de un pronunciamiento, expresaron que se mantendrán firmes y en pie de lucha hasta que se les brinde una solución a los pedidos para la protección de sus derechos. «Hemos tratado varias veces, mandando documentos a Energía y Minas, Salud, pero nunca se ha llegado a cumplir. Nos excluyen y discriminan. Como pueblos debemos hacer valer nuestros derechos, porque tenemos los mismos que quienes estan en la ciudad. Somos peruanos y merecemos respeto y las atenciones adecuadas que necesitan las comunidades», explicó el líder indígena.
Cabe resaltar que cerca de siete comunidades del río Chambira han sido afectadas por el derrame reportado el mes pasado en la quebrada Patoyacu, a la altura del km 56 del oleoducto Norperuano. La principal fuente de agua de estos pueblos indígenas ahora se encuentra contaminada, según denuncian las comunidades, lo que les ha causado problemas estomacales. Es por esta razón que exigen la presencia de representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros para iniciar de una vez con las acciones de remediación ambiental; y piden ayuda humanitaria como agua potable, víveres y personal de salud.