Dos hombres se encontraban pescando en una embarcación por el río Tahuamanu cuando fueron atacados por un grupo de indígenas aislados. Al intentar huir, ambos se separaron y solo uno de ellos logró salir de la zona con graves heridas ocasionadas por el impacto de las flechas.
Por: CAAAP / Radio Madre de Dios
14:00 | 23 de agosto de 2022.- Un grave incidente entre un grupo de indígenas mashco-piros y dos hombres se produjo este último domingo en la zona de ampliación de la Reserva Territorial Madre de Dios. Se trata de dos trabajadores madereros que se encontraban pescando en una embarcación a orillas del río Tahuamanu cuando fueron atacados con flechas. Uno de ellos logró huir herido de gravedad, sin embargo, hasta el momento se desconoce la condición y el paradero del segundo.
El hombre que logró ser auxiliado presenta heridas en el vientre y el brazo, por lo que fue derivado en ambulancia desde la ciudad de Iñapari para ser intervenido quirúrgicamente en el hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado. El suceso ha movilizado a las autoridades policiales hasta la zona, a la que se puede acceder solo cuando el caudal del río se encuentra alto, navegando alrededor de cuatro horas desde el distrito de Iberia, en la provincia de Tahuamanu.
Muy cerca a la zona del incidente existe un puente que fue construido por la empresa maderera. Y es que, según una nota del portal de investigación Ojo Público en marzo de este año, Maderera Canales Tahuamanu, más conocida como «Catahua», tiene a su cargo dos concesiones forestales sobrepuestas al área de desplazamiento de la población Mashco-piro.
Para el presidente de la comunidad indígena Nueva Oceanía, Enrique Añez, es probable que los indígenas se hayan molestado por creer que las personas que entraron a su territorio iban a destruir el bosque, pudiendo haber identificado determinados signos, como su vestimenta. “Está prohibido ponerse ropa anaranjada; además, pescar no está permitido”, acotó el jefe comunal al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP).
Desde la comunidad Nueva Oceanía, conformada por alrededor de 60 personas pertenecientes al pueblo indígena Yine, prefieren no volver a regresar a la zona. Las autoridades han envíado un contingente policial armado, según aseguró el presidente de Nueva Oceanía, para proceder con la búsqueda del hombre desaparecido. Algunos de los miembros de la comunidad acompañaron la primera búsqueda, sin embargo, han decidido no continuar participando. «Esto no es una guerra. No pueden hacer eso. Tiene que intevenir el Ministerio de Cultura. Pueden pasar más cosas», añadió Añez.
El coronel PNP Wilder Rodríguez Arapa, jefe encargado de la XV Macrorregión Policial Madre de Dios, confirmó durante una conferencia de prensa este martes 22 de agosto que se está realizando la búsqueda en la zona con apoyo de la empresa maderera. «Ha ido personal en la mañana de Iñapari, en la búsqueda con personal de homicidio, de secuestro. Han subido a la parte de Alto Bélgica, pero no han encontrado nada», declaró.
Radio Madre de Dios buscó a la abogada Yoni Picchotito Haquegua, asesora legal de Maderera Canales Tahuamanu, pero esta no aceptó dar declaraciones, remitiéndose -según dijo- a la investigación fiscal y lo que han puesto en conocimiento de las autoridades.
Protocolo intercultural
Tras la noticia, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) se solidarizó, mediante un comunicado oficial, con las familias de los afectados, «reiterando a los funcionarios competentes el grave riesgo que implica la habilitación de actividades extractivas y, en general, la presencia de terceros en territorios de pueblos indígenas en aislamiento». Asimismo, la organización indígena exigió al Estado que cumpla con su obligación de adoptar medidas efectivas para garantizar que estos hechos no se repitan.
A dos días del suceso, el Ministerio de Cultura (Mincul) emitió un comunicado y ratificó la información publicada, subrayando que cuentan con cincos puestos de control y vigilancia en Madre de Dios, 17 agentes de protección que realizan funciones de patrullaje y monitoreo para la identificación de posibles amenazas a los Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (PIACI).