Reserva de Biósfera Avireri-Vraem celebra cuatro años de reconocimiento con arte y saberes asháninka

El cuarto aniversario de la Reserva de Biósfera Avireri-Vraem puso en el centro el arte y los saberes asháninka como base para la protección de la cultura y la naturaleza.

Foto: SERNANP

16 de septiembre de 2025. – La Reserva de Biósfera Avireri-Vraem cumplió cuatro años de reconocimiento por la UNESCO como un espacio clave para la conservación de la naturaleza y la protección de los pueblos indígenas que la habitan. En el marco de las celebraciones se desarrollaron actividades culturales, educativas y comunitarias que reafirmaron el rol central de las comunidades nativas como guardianas de los bosques y de la memoria ancestral amazónica.

“Las comunidades nativas son dueñas del territorio y guardianas del bosque. El 70% del territorio de Satipo está conformado por comunidades, y en ellas recae la responsabilidad de conservar no solo la flora y fauna, sino también la ancestralidad y la cultura indígena”, señaló Jesús Soto, subgerente de la Municipalidad Provincial de Satipo.

La Reserva de Biósfera Avireri-Vraem cubre más de 4 millones de hectáreas en las regiones de Junín y Cusco. Forma parte de las ocho reservas de biósfera reconocidas en el Perú por la UNESCO, junto con Huascarán, Manu, Noroeste Amotape-Manglares, Oxapampa-Ashaninka-Yánesha, Gran Pajatén, Bosques de Neblina y Bicentenario Ayacucho, además del Bosque de Paz (Perú-Ecuador), primera reserva transfronteriza de América del Sur.

Como parte de las actividades, las artistas asháninkas Lizeth Vargas y Yessica Comanti fueron reconocidas como embajadoras de cultura y música asháninka, respectivamente, un honor que recibieron con profundo sentido de identidad y compromiso.

Lizeth Vargas señaló: “Para mí es un orgullo representar a mi pueblo asháninka, porque nuestra cultura y la naturaleza son inseparables. Si se protege a los pueblos, se protege también a la Amazonía”.

Asimismo, destacó que su compromiso es compartir el arte ancestral y motivar a las nuevas generaciones a reenamorarse de su cultura: “Solo cuando uno ama su cultura, puede cuidarla y transmitirla con amor. Ese es mi sueño, que nuestros jóvenes se sientan orgullosos de su identidad”.

Jesús Soto agregó: “La Reserva de Biósfera no se sostiene sin la participación de los pueblos. Son ellos quienes han cuidado la Amazonía por siglos y quienes hoy nos muestran que la defensa cultural es también defensa ambiental”.

Con este cuarto aniversario, la Reserva de Biósfera Avireri-Vraem se consolida como un espacio vital para la Amazonía y como un referente donde los pueblos indígenas, a través de su arte, saberes y cosmovisión, enseñan que la protección de la cultura y de la naturaleza son inseparables.

 

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