Luego de una serie de medidas de protesta de las comunidades indígenas ubicadas en las cuatro cuencas (Pastaza, Corrientes, Marañón y Tigre), con la consiguiente firma de actas, se puede decir que los acuerdos se vienen implementando de a pocos. Aunque las poblaciones esperan celeridad más aún en lo vinculado directamente con la salud, como es el consumo de agua segura y no contaminada.
Respecto a este punto relacionado con las Plantas Permanentes de Agua Potable que es uno de los acuerdos que consta en acta de término de los conflictos, suscritos entre las federaciones indígenas y el Estado peruano, en la cuenca del Corrientes todavía falta se instalen en 13 comunidades, aunque se conoce que una comisión de técnicos especialistas del Ministerio de Vivienda y Construcción ingresó el mes pasado a realizar estudios de subsuelo y otros.
Se conoce que para la instalación de las Plantas de Agua Potable utilizan el agua del subsuelo que está a una profundidad aproximada de 70 metros, puesto que es el líquido que no ha sido afectado por derrames de crudo de petróleo. «Es agua de buena calidad», expresó una persona del lugar.
Las Plantas Permanentes instaladas hasta la fecha son 11 en la cuenca del río Corrientes y son distribuidas a las viviendas a través de redes hasta piletas ubicadas en puntos estratégicos, desde donde la población recoge el agua en recipientes. De momento no cuentan con redes domiciliarias, lo que hubiera sido recomendable, técnica y socialmente correcto.
La población indígena con razón espera que estos trabajos se cumplan en el más breve plazo posible a fin de tener disponible el agua saludable de consumo para sus diversas actividades cotidianas, en la preparación de los alimentos y limpieza personal.
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Fuente: La Región