Por: Rita Muñoz- Pueblo Kukama
La plaza estaba aglomerada con gente de todas partes, gente que visitaban Sarayaku por la fiesta. Todas las personas de la comunidad estaban con el rostro pintado: los hombres, las mujeres, las niñas y los niños. De pronto vi una persona de avanzada edad quizá tendría unos 80 años. Me llamó la atención, estaba con el cabello suelto y no tenía la cara pintada como los demás. Sentí, muy dentro de mí, una fuerza que me exigía acercarme.
Entonces empecé a caminar en dirección a ella, se encontraba en una de las casas que rodean la plaza. A pesar del bullicio, el ruido de los tambores, la música, los micrófonos la gente hablando, no perdí el enfoque. Ella también observaba que yo me estaba acercando y me sonreía y eso me dio más confianza.
Cuando estuve frente a ella le dije: “Buenos días, como está. Yo soy Rita Muñoz, soy comunicadora soy de Perú y soy Kukama de Nauta.” Le di la mano y ella me abrazó y empezó a hablarme.
No entendía nada la única palabra que lo escuché y que me pareció familiar fue kukamani. Yo me imaginé que me decía: “Yo, Ercilia Machoa Reinel soy kukama como tú.” Estaba muy emocionada porque me cogía de las manos y seguía hablando en kichwa.
Yo hacia el esfuerzo por comprenderla, lloraba y yo sentí que lo que me transmitía era una historia importante. Por un instante mi mirada fue hacia la plaza y una mujer se acercó hacia nosotras. Ercilia le hablaba emocionada de mí, le decía que era Peruana y kukama. Y la mujer me dijo “Yo hablo Español, ella es mi suegra.” En ese momento di un respiro de tranquilidad.
Desde ese momento comprendí todo lo que me contaba por que la nuera traducía la conversación y entonces, me confirmó que ella era kukama como yo. Su padre era ecuatoriano y su madre peruana Kukama. Contó que su mamá está enterrada acá arriba e indicó con el dedo hacía la montaña. Su madre nunca más se comunicó con su familia en Perú, nunca más pudo volver y por eso sufría.
Pero su madre le contaba historias de Perú. Le contó que su hermana mayor murió en el Pucate, en la zona de la reserva en Loreto Nauta donde Vivian. Su madre era muy joven con 17 años cuando su padre lo trajo para el Ecuador y nunca más regreso.