12:15|28 de octubre de 2016.- Cuarenta años de trabajo en la Amazonía han convertido a Alberto Chirif en uno de los más destacados estudiosos de la problemática de los pueblos indígenas de la selva peruana. Su obra prolífica así lo demuestra, la cual esta vez deja de abordar los temas a los que nos tiene acostumbrados para incursionar en uno nuevo –siempre en Amazonía– que tiene como base el habla cotidiana de la gente.
Esta nueva obra surge como iniciativa hace siete años, sin financiamiento –según él mismo cuenta–, aunque, eso sí, con el prometedor apoyo de hombres y mujeres conocedores y conocedoras del fenómeno que representa, en este caso, la formación y evolución del castellano regional.
Diccionario Amazónico, voces del castellano en la selva peruana es el nombre de su nuevo libro y fue presentado la noche del 27 de octubre en la ciudad de Tarapoto. “Me impulsó a hacer este trabajo la riqueza de la manera de hablar del castellano de la selva, una riqueza tanto desde el punto de vista léxico como fonético y sintáctico”, reconoce el antropólogo formado en la Universidad de San Marcos.
“Entonces a mí me despertó mucha curiosidad por indagar más sobre cuáles eran los orígenes, cómo se había ido construyendo el castellano regional y cuáles eran las influencias de las lenguas indígenas”. En ese sentido, el principal hallazgo: el enorme aporte del quechua y de las lenguas del tronco Tupi, que son el omagua y yurimagua (ya desaparecidas) y el kukama y el kukamiria (similares entre sí).
Una de las tareas más difíciles ha sido determinar la etimología de cada palabra. Como apreciará quien tenga entre sus manos la publicación de más de 300 páginas, en muchos casos lo ha conseguido. En otros no. Aunque sí logra establecer las posibles rutas que cada una de estas ha transitado hasta dar con su uso actual.
Pero el nuevo libro de Alberto Chirif no es solo una lista de palabras de uso común. En el trayecto que siguió su elaboración, este incluyo términos relativos a la fauna, la flora, el medio ambiente, cultura y los pueblos indígenas que hoy representan “una realidad que nadie puede ocultar como pasaba hace unos veinte o treinta años”.
Estudiosos como Néder Hidalgo Sánchez, quien aporta al trabajo del libro, ha dicho del mismo que más que un diccionario es un “tesoro”, que debería estar en todos los colegios. “No van a aguantar la ricura de este libro”, fue la expresión usada para referirse al hecho de que el texto también recoge esas frases pícaras y giros que caracterizan al hablante amazónico.
Ismael Vega Díaz, antropólogo y director del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), sostiene que el texto lo que hace es demostrar que “la Amazonía es un espacio donde se produce conocimiento, pero uno que viene desde abajo, del pueblo”.
Para Esteban Quiroz Cisneros, promotor de la lectura y director de Lluvia Editores –que edita el texto junto con el CAAAP–, afirma que el nuevo libro de Chirif “atestigua el laborioso mundo amazónico, rico, protéico y profundamente humano”.
Y de eso se trata. En la introducción, el autor reconoce que el libro también surge como una manera de “aportar a la revalorización del habla popular, muchas veces despreciada por quienes fungen (y fingen) de cultos y adoptan posturas de menosprecio frente a ella.”
Para su elaboración, Chirif ha contado con el apoyo de lingüistas, profesores, expertos de diversas áreas, y, claro, cada palabra tiene su respaldo y comprobación en los propios hablantes, en gran parte, representantes de los propios pueblos indígenas. El texto ya está disponible al público, en Lima, Iquitos, Tarapoto y pronto, se espera, en todas las regiones de la selva, en principio.