14:10|23 de marzo de 2017.- Es casi ineludible. Hablar de Madre de Dios es hablar de minería ilegal; es también hablar de trata de personas, explotación sexual, invasiones y otros fenómenos que impactan sobre la selva misma y los poco más de 137 mil habitantes que tiene hasta ahora esta región en el sureste de la Amazonía peruana.
Pero también es hablar del trabajo y de iniciativas que sacan adelante una colectividad que busca visibilizar y concientizar sobre la realidad que allí se vive y también sobre los crímenes que se cometen contra la naturaleza y la vida en su conjunto.
David Martínez de Aguirre, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, capital de Madre de Dios, ha iniciado un trabajo en esa línea a través de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), que en la región busca articular a una serie de actores de la Iglesia con el fin de que en esta «se impregne el rostro por la tierra, por la Amazonía».
“Queremos construir una Iglesia con un rostro amazónico”, enfatiza Martínez, quien ocupa el cargo de obispo de Puerto Maldonado desde el 2015, en una jurisdicción que abarca la región de Madre de Dios, pero también parte de Cusco y de Ucayali.
Para dar los primeros pasos hacia dicha articulación, en la capital de la región se encuentran reunidos más de 20 representantes de la Iglesia entre párrocos, catequistas, representantes de la sociedad civil y religiosos provenientes de Bolivia y Brasil.
El tenor del encuentro, que empezó el miércoles y culminará el viernes con una visita a la comunidad nativa de Santa Teresita, es reconocer la problemática que vive cada zona del Vicariato, por eso no quisimos que este encuentro sea puramente de estudiosos que no son de aquí, justifica Martínez en una de sus primeras intervenciones frente al auditorio.
Para cursar las invitaciones se pensó en representantes de sectores claves que aborden temas como minería ilegal, comunidades nativas, trata de personas, entre otros. Las migraciones fue uno de los temas que más atención captó.
“Hay que incluir a la REPAM el fenómeno migratorio (…), la juventud migrante es también una preocupación grande de la REPAM”, apuntó Xavier Arbex, párroco de Puerto Maldonado.
La minería ilegal
No obstante, la minería ilegal y lo que esta actividad conlleva, como la trata de personas, fue el tema que más se desarrolló en el primer día.
Al respecto, se contó con la participación de religiosas y religiosos que han trabajado esta realidad, y declaraciones de primera mano sobre lo que se vive en las zonas cercanas a los campamentos mineros.
“Hay decenas de miles de personas que están sobreviviendo con la minería (…) y son gente que sale de un infierno para entrar a otro”, aclara el obispo de Puerto Maldonado.
En ese sentido, añade que el tema no se puede abordar sin antes abordar la problemática de la pobreza y la falta de trabajo en el país; y reconoce que los más afectados por la minería en Madre de Dios, debido a la contaminación de los ríos, son los pueblos indígenas que se ubican a kilómetros de donde se explota el oro.
“Se trata de un tema complejo que no es solo de Madre de Dios, sino de todo el Perú”, enfatiza Martínez. Explica que hoy se sigue viendo a la Amazonía como «una gran despensa donde se puede venir, coger y marchar” y al respecto el Estado no hace nada.
Pamela Robles Espinoza, religiosa de la Veeduría Regional “Mirada Ciudadana”, alertó sobre el número de casos de trata de personas que se viene registrando en la región, que según información de la veeduría serían de más de cuatro mil 500.
Comunidades originarias presentes
En la cita también se encuentran representantes de las comunidades nativas y campesinas que llamaron la atención sobre la necesidad de llegar a cada una de ellas con información sobre lo que el Estado viene haciendo a nivel, por ejemplo, normativo respecto a sus territorios, como pasa con la Ley Nº 1333 (pendiente de derogación en el Pleno del Congreso), llamada la “Ley del despojo”.
“Tenemos que ver formas de llegar a nuestras bases para hablarles de esta ley. ¿Cómo se defiende la Amazonía si no se conoce?”, dijo Salomón Berrocal, del Movimiento Cristiano Campesino de Madre de Dios.
A su turno, Ismael Vega, del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), institución creada en 1974 por los obispos de la selva, expuso sobre los avances y retrocesos en materia de derechos de pueblos indígenas en el Perú.
Indicó que en el tema del ordenamiento territorial, este se viene dando “basado en el crecimiento de la inversión privada, y sin consultar a las comunidades nativas que son las que deberían de decir sobre qué es lo que se hace con su territorio”.
Invitados de Bolivia y Brasil
Cabe precisar que entre los invitados internacionales a la cita se encuentran Monseñor Eugenio Coter, obispo del Vicariato Apostólico de Pando, en Bolivia, departamento fronterizo con Madre de Dios; y Joao Gutemberg, religioso marista y miembro del Eje de Formación de la REPAM.
La REPAM nace en septiembre de 2014 en Brasilia (Brasil), durante un encuentro de los obispos en cuyo territorio hay regiones del Amazonas, sacerdotes, misioneros y misioneras de congregaciones que trabajan en la Amazonía, representantes de algunas Caritas nacionales y laicos pertenecientes a diversas estructuras de la Iglesia.