“La plataforma no se va a dejar sorprender ni va a permitir engaños. Nuestra salud vale mucho”

En la noche del martes 10 de diciembre se realizó la Ceremonia de Premiación Anual de Derechos Humanos. Integrantes de la Plataforma de Afectados y Afectadas por Metales Tóxicos, llegados desde varias regiones del país, recogieron el premio ‘Ángel Escobar Jurado’ y reafirmaron su compromiso de continuar luchando por el derecho a la salud de sus pueblos y generaciones futuras.

Por: Beatriz García – CAAAP

Integrantes de la plataforma, en el momento de recoger el premio. Foto: CAAAP

Integrantes de la plataforma, en el momento de recoger el premio. Foto: CAAAP

14:30|11 de diciembre de 2019.- Con voz alta y clara Yolanda Zurita habla por ella y por el resto de sus compañeros. Le arropan ellos y ellas, sosteniendo los carteles de aquellos lugares a los que representan como selva central, Chiriaco, Paragsha, Puno, Espinar, Torata, La Oroya… Y con la fuerza que todos ellos le imprimen, Yolanda denuncia: “No tenemos respuesta hasta el momento de parte del Estado, únicamente nos están engañando. Nos están engañando con campañas, con declaraciones de emergencia para las poblaciones afectadas, pero no están dándonos una atención integral, especializada, necesitamos la atención de profesionales especialistas en metales pesados”. Habla de un Estado que no está ausente, sino que es cómplice de la vulneración de sus derechos y lanza una promesa final: “Nos comprometemos a luchar con más fuerza, a intensificar nuestras acciones de incidencia y a obligar a la Presidencia del Consejo de Ministros, porque en el mes de octubre nos ha ofrecido ya tener esa comisión multisectorial que, hasta la fecha, no se está cumpliendo. La plataforma no se va a dejar sorprender ni va a permitir engaños porque nuestra salud vale mucho”.

Yolanda está sobre el escenario del Auditorio Mario Vargas Llosa, en la Biblioteca Nacional. Ella pone las palabras finales en la Ceremonia XXIX de Entrega de Premios Anuales de Derechos Humanos, unos galardones concedidos desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) del Perú que en este año ha reconocido a la Plataforma de Afectados y Afectadas por Metales Tóxicos. Antes de ella, ha tomado el micrófono Eusebio Cuñachi, líder awajún procedente del distrito de Imaza, en Amazonas, lugar afectado por uno de los derrames más recordados y sobrecogedores de los tantos sufridos en la selva norte del Perú, el conocido como ‘Derrame de Chiriaco’ tras el que parte de la población, y en especial varios niños, comenzó a recoger el crudo con sus propias manos alentados por las ‘propinas’ que daba PetroPerú. Las consecuencias continúan casi cuatro años después.

“En la plataforma somos integrantes 13 regiones de nuestro Perú, unidos por el sufrimiento y dolor por la pérdida de nuestros hermanos fallecidos”, informa, “hermanos peruanos, todos somos seres humanos. Por eso agradecemos a Derechos Humanos por darnos el premio ya que nosotros no nos vamos a quedar con este premio, tenemos que lograr que nos atienda el Gobierno y los ministerios porque todos, como seres humanos, debemos vivir sanos. Si no lo hacemos nosotros acá, a quién les va a afectar más es a nuestros hijos que vienen”. Emotivos testimonios, los de Yolanda y Eusebio, para culminar una noche de recuerdos con un elemento en común: la lucha por los Derechos Humanos de poblaciones que sufren el costo de años de implementación de políticas que priorizan las actividades extractivas sin la debida protección de los estándares ambientales.

Mujeres afectadas dentro del llamado proceso 'Manta y Vilca' también recogieron su premio. Foto: CAAAP

Mujeres afectadas dentro del llamado proceso ‘Manta y Vilca’ también recogieron su premio. Foto: CAAAP

Noche de premios

Antes de ellos por el escenario han participado otros luchadores y luchadoras incansables. Primero, el secretario ejecutivo de la CNDDHH, Tito Bracamonte. “La crisis social, política, ética y moral que vivimos en nuestro país nos lleva a pensar que la democracia en el Perú está todavía en peligro, y debe ser sostenida y defendida por los ciudadanos. En este contexto de debilidad, vemos cómo se han venido precarizando los derechos, como es el caso de los derechos de los pueblos indígenas que no son consultados antes de concesionar sus territorios y a quienes, además, se les criminaliza”, ha afirmado el responsable de la CNDDHH. Desde ahí han comenzado los aplausos y las emociones con las historias, una tras otra, de los premiados.

El padre José Manuel Miranda, con un reconocimiento especial, ha sido el primero en recoger su premio por su labor al frente de Comisión de Derechos Humanos de Ica (CODEHICA). “El trabajo en derechos humanos siempre es gratificante y todos debemos promoverlos si queremos un mundo distinto”, ha opinado, “hay una violación sistemática de los derechos, pues unos pocos manejan a su servicio lo que debe estar al servicio de la población”. Desde su visión, Perú es un país muy rico y variado pero “con una discriminación social tremenda que debemos cambiar si deseamos vivir en un país con equidad”.

El segundo reconocimiento especial ha recaído en el ‘Caso Manta y Vilca’. Teresa, Marilia, María, Magna, Olga, Virginia, Santosa, Magda y Estela han subido al escenario todavía con el dolor de aquellos abusos y violaciones cometidas por militares en los años del conflicto armado. Han caminado mucho, de la mano de las organizaciones que las vienen apoyando en los diferentes procesos legales, pero todavía falta. Quieren un avance rápido de su caso para llegar a una sentencia justa que, en medida, repare el incalculable daño: “Gracias a todos los que nos han apoyado ahora nos encontramos vivas, porque estábamos muertas en vida. Y mientras estemos vivas vamos a seguir luchando”.

El equipo de Wayka, encabezado por su directora, Luciana Távara. Foto: CAAAP

El equipo de Wayka, encabezado por su directora, Luciana Távara. Foto: CAAAP

El equipo de Wayka, portal web de periodismo y activismo independiente, lleno de rostros jóvenes, fue reconocido en la categoría de ‘Periodismo y Derechos Humanos’. Al frente de todos ellos está Luciana Távara, directora de este medio desde hace más de cinco años. “Wayka fue un sueño colectivo, un sueño por hacer un periodismo honesto y colectivo que pudiera tener tanta llegada como los medios privados”, ha confesado. Periodismo, aseguran, hecho con el corazón. Periodismo que, además, ahora tiene un premio más que le alienta a seguir en el camino.

Pocos conocen su nombre completo, María Estrella Valcárcel Muñiz, pero muchos han escuchado hablar de la Madre Covadonga. Un símbolo como pocos en la lucha por los derechos desde su labor incansable en Ayacucho. Ahí sigue, atendiendo y dando palabras de aliento a cuántos se le acercan a sus más de 90 años. Edad que la he impedido venir a recoger su reconocimiento, concretamente el Premio ‘Mamá Angélica’, pero que no ha supuesto problema para, a través de un video, agradecer. Conmovedoras sus palabras de recuerdo, de su llegada al Perú, de su sentimiento por el país al que ha dedicado su vida. Y emocionantes sus historias de aquellos años 80 y 90, con la violencia siempre acechando en cada rincón a la población. En su nombre, la hermana Victoria Delgado ha recogido el galardón y ha leído una emotiva carta en su nombre.

Una hermana de las Dominicas del Rosario recogió el premio de reconocimiento a la Madre Covadonga. Foto: CAAAP

Una hermana de las Dominicas del Rosario recogió el premio de reconocimiento a la Madre Covadonga. Foto: CAAAP

¿Y el final? La música afroperuana pone el cierre, un año más, a un evento que el próximo 2020 cumplirá ya tres décadas visibilizando a quienes se ‘ganan el pleito’ y no se callan ante las injusticias. Una premiación que continuará mientras haya derechos por defender y personas e instituciones dispuestas a hacerlo. Ojalá algún día vivamos en un país de pleno respeto e igualdad de derechos y oportunidades para todos y todas. Sólo ahí este tipo de eventos carecerán de sentido. Mientras tanto, hay que seguir aplaudiendo, acompañando y dando espacio a quienes tienen la valentía de ponerse al frente.

 

 

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