“El mundo habla de la ayahuasca sin escuchar la experiencia de los pueblos amazónicos que la conocen”. Jeremy Narby, co-autor de ‘Plantas Maestras. Tabaco y Ayahuasca’

Durante el evento de presentación de su obra, Rafael Chanchari y Jeremy Narby ahondaron sobre los usos y concepciones del tabaco y la ayahuasca en la historia, resaltaron sus bondades como parte de la medicina tradicional de los pueblos indígenas y advirtieron que el mundo occidental tiene que apreciar las enseñanzas que se hallan al interior de la selva pero que poco o nada se valoran.

Chirif, Narby, Rodriguez Tamani, Chanchari y Regan participaron en la presentación de ‘Plantas Maestras’ realizada en Iquitos. Foto: CAAAP-Iquitos

Por: CAAAP

10:50 | 17 de octubre de 2021.- “Estas dos plantas, el tabaco y ayahuasca, son maestras según lo que se consideran en el mundo espiritual. En el mundo indígena, en la Amazonia, son maestras porque nos enseñan el bien o el mal, dependiendo de la libertad de cada uno, la voluntad, y las cualidades de una persona”. Rafael Chanchari, uno de los autores del libro ‘Plantas Maestras. Tabaco y Ayahuasca’, explicaba así la razón que está tras el título de una obra que fue presentada en Iquitos el pasado 12 de octubre en un interesante encuentro realizado por el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) con el apoyo de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Loreto.

El evento, realizado en el Auditorio de la DDC, contó con la participación de Jeremy Narby y Rafael Chanchari, los dos autores del libro, y los comentarios de Alberto Chirif y Maritza Rodríguez Tamani. La obra ahonda, a través de un formato de conversación, el acercamiento al tabaco y la ayahuasca de los pueblos indígenas amazónicos, así como sus concepciones y usos a lo largo de la historia. Además, brinda un mensaje para los dos mundos: la cultura occidental e indígena.

Relata, por ejemplo, cómo se ha cultivado el tabaco para que sea más débil y añadirle productos químicos que vuelvan a esta planta en una sustancia nociva, sin ninguna intención de aprender de ella. “Han transformado esto en una droga, reduciendo el nivel de nicotina de 20 a 1%. Solo lo suficiente para excitar las neuronas y darte ganas de fumar otro en veinte minutos (…) Se ha adulterado la planta y esto es lo que fuman más de mil millones de personas en el mundo, cada día, en forma de cigarrillo industrial”, explicaba Jeremy Narby.

El libro también profundiza en el uso y la ritualidad de la ayahuasca, y deja en el aire interrogantes que las próximas generaciones podrán seguir explorando. Según Chanchari, esta planta, si no es manejada de manera adecuada, puede llevar a una persona al lado de la maldad. “La gente dice que la ayahuasca es mala, que el que la toma es brujo. Por eso en algunas culturas, cuando te ven tomando más de dos veces, te acusan de brujo. Igual es para el tabaco. Para toda la humanidad, el mensaje es que es muy peligroso. El tabaco es bueno, es medicina, pero su uso excesivo es malo”, considera.

Para el autor, la ayahuasca tiene líquido, química y ADN. Si una persona consume esta planta y no ve efecto en él, significa que su ADN no es compatible con el de la mencionada planta. “En mis ceremonias salieron algunos diciendo: profesor, no me marea, dame una copa más. Pero con una tercera copa una persona se puede morir. Entonces, ¿qué pasa con los que somos compatibles? Se activan las neuronas. Entonces, lo que estamos pensando se refleja. La ayahuasca no miente”, menciona Chanchari.

Para Jeremy Narby, a pesar de que el Perú tiene una enorme riqueza de especies naturales y saberes ancestrales, muchos aún desconocen esta información. “Creo que muchos peruanos no lo saben, pero el tabaco, la misma planta que se fuma en los cigarros, es una planta indígena de la región de Tarapoto, según los científicos. (…) Se habla mucho de estas plantas, pero no se escucha la voz de los pueblos amazónicos que la conocen”, comentó. Además, considera que es complicado explicar esta ausencia, si bien opina que los pueblos indígenas siguen siendo invisibilizados por el mundo occidental, pues apenas se escucha sobre sus experiencias y saberes: “Ya hemos visto eso con el caso del tabaco, que tomar estas plantas y sacarlas en el mundo, sin tener el método de empleo, la sabiduría indígena que va con ellas, no termina bien. Entonces hay una utilidad pública en el mundo de, por lo menos, escuchar la voz amazónica”.

Comprender desde una lógica diferente

Invitado a comentar y valorar esta obra públicamente, Alberto Chirif aseguró que las plantas maestras son aquellas que enseñan y transmiten conocimientos una vez preparadas. De hecho, en el primer capítulo del libro, titulado ‘Medicina y maldad’, los autores señalan que estas plantas tienen el poder de enseñar a las personas a curar, pero también a hacer el mal. “Las plantas son generosas, no son mezquinas. Es la persona que escoge para aprender la medicina o la maldad. Es interesante cómo Rafael apela a un atributo positivo como la generosidad para referirse a un resultado negativo como es hacer el mal. Cuando nosotros, no indígenas, aplicamos atributos positivos para efectos positivos”, explicaba Chirif.

Como gran conocedor de la Amazonía y las culturas indígenas, resaltó también que ‘Plantas Maestras. Tabao y Ayahuasca’ hace gala de una gran generosidad desde el inicio, pues es ahí cuando ya se advierte al lector que se necesitará de un esfuerzo especial para comprender el discurso basado en un pensamiento y una lógica diferente. Por su parte, Maritza Rodríguez Tamani resaltó que esta obra aborda y trata también sobre el concepto de madre en el mundo amazónico. De acuerdo a la obra, todas las plantas poseen madres. También sostuvo que los autores dan respuesta a otros conceptos que se plantean, como el de espíritus y almas, los cuales son considerados de forma distinta a lo que se conoce en el mundo occidental.

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