El presidente de la Federación Nativa de Comunidades Cacataibo (FENACOCA) sostuvo que son alrededor de treinta líderes indígenas los que viven bajo amenazas constantes en las regiones de Huánuco y Ucayali. «Nosotros hemos tenido muchas reuniones. Ya estamos cansados. El Estado no hace nada», señaló.
18:15| 15 de julio de 2022.- «Es triste cuando el Estado no acciona nada, porque no hay a dónde mas acudir. Vamos a ellos pero no nos hacen caso. Se hacen de los oídos sordos». Herlín Odicio, presidente de la Federación Nativa de Comunidades Cacataibo (Fenacoca) es uno de los treinta líderes indígenas que viven bajo constante amenaza de grupos vinculados al narcotráfico y al tráfico de tierras en las regiones de Huánuco y Ucayali.
Pese a que, desde hace varios años, sus vidas corren peligro, el Estado continúa sin brindarles garantías efectivas y la seguridad que necesitan, «Nosotros hemos tenido muchas reuniones. Ya estamos cansados. El Estado no hace nada», asegura el dirigente. Una situación que, desde el inicio de la pandemia, ha cobrado la vida de cuatro líderes indígenas cacataibos: Arbildo Meléndez (Huánuco), Santiago Chota (Ucayali); y Herasmo García y Yenes Ríos.
«Supuestamente existen protocolos, mecanismos, pero eso no funciona. Y es una pena. Hemos hecho incidencia a nivel nacional e internacional pero sigue lo mismo», afirma Odicio. Las múltiples reuniones que se llevan a cabo con el Estado solo quedan en la teoría, más no se aplican de forma práctica, explica. Los verdaderos problemas que enfrentan estas comunidades indígenas están adentro, en el campo, allí donde las autoridades no llegan.
Debido a la realización de operativos para la erradicación de las actividades ilegales en esta parte de la Amazonía, desde hace unos semanas, las amenazas que viven las comunidades Mariscal Cáceres, Unipacuyacu, Yamino, Puerto Azul y Santa Martha han aumentado aun más. El último incidente registrado fue la agresión a un comunero. Tres hombres provistos de armas lo golpearon y coaccionaron a revelar la ubicación de los líderes indígenas, le tomaron fotografías y amenazaron con regresar para matarlo, según reportó FENACOCA.
«Tengo resolución directorial del Ministerio de Justicia, pero no funciona. No tengo ninguna seguridad. La violencia está fuerte y no va a parar mientras no haya una protección efectiva, no hayan garantías efectivas y seguridad», indica Herlín Odicio. Los hechos de violencia recurrentes en la zona, hasta en momento, no han encontrado una respuesta positiva y firme por parte del gobierno regional y local. «De parte de las autoridades locales no funciona, no hay apoyo porque no hay voluntad política y los mismos gobiernoes estan coludidos con estas mafias», asevera el presidente de FENACOCA.