Mientras se realiza la Semana de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en Pucallpa, desde el 22 hasta el 28 de noviembre, reflexionamos con funcionarios públicos, maestros, académicos y líderes indígenas sobre el papel de la EIB y su implementación en la región Ucayali. La necesidad de fortalecer la formación de docentes EIB y las carencias presupuestales representan los mayores retos en este camino. En Ucayali, organizaciones indígenas y autoridades regionales están determinadas a posicionar la EIB como un derecho no-negociable.
Por Francesca Campanini / CAAAP
16.45 | 26 de noviembre, 2024.- En el marco de la Semana de Educación Intercultural Bilingüe (EIB) que se lleva a cabo en Pucallpa, desde el 22 hasta el 28 de noviembre, reflexionamos sobre el potencial y las dificultades que se encuentran en la región de Ucayali en la implementación de esta política educativa enfocada en formar a alumnos de pueblos indígenas u originarios, con un enfoque de preservación y fortalecimiento de sus lenguas y culturas. Según un diagnóstico elaborado por las autoridades regionales, en Ucayali existen 781 servicios que brindan la EIB a 36.331 niños, niñas y adolescentes, empleando a 2.453 docentes. Se trata de una región donde viven 20 pueblos indígenas y 58 mil habitantes que hablan alrededor de 16 lenguas maternas originarias.
Frente a este contexto, la Dirección Regional de Educación de Ucayali, Nora Delgado Díaz aseveró: “Hablar de EIB en Amazonía es un no-negociable, tenemos que atender las demandas de los pueblos originarios. Lo que la EIB propone es una cogestión de la educación en los territorios indígenas, que es un derecho amparado en el Convenio 169 de la OIT y también en la normativa nacional”.
Necesidad de apoyo y capacitación a docentes EIB
A 52 años desde el reconocimiento de la necesidad de la EIB, que se dio con la emisión de la Ley de Reforma Educativa en el 1972, la elaboración pedagógica y metodológica de este modelo ha evolucionado significativamente. En contra, su implementación práctica, en particular en el contexto amazónico, está todavía en una fase que presenta importantes retos. El mayor desafío, según especialistas como funcionarios públicos, profesores, académicos y líderes indígenas que entrevistamos, es la escasez de docentes específicamente formados en pedagogía, interculturalidad y provenientes del contexto cultural de los estudiantes.
“Yo soy profesora bilingüe, pero también soy intercultural. La interculturalidad no se ve solo por el bilingüismo: para ser maestros interculturales se necesita conocer la comunidad, dialogar con ella, conocer cada familia y saber lo que piensa en el futuro de sus hijos. Un maestro EIB tiene que conocer, difundir y conservar la cultura, identidad y cosmovisión del pueblo. Pero muchos maestros no están cumpliendo con estos deberes. El resultado es la pérdida de la identidad cultural que observamos en nuestros jóvenes” destaca Juana Zumaeta López, profesora del pueblo ashéninka con experiencia de veinte años en escuelas interculturales bilingües y residente de la comunidad nativa Nuevo Paraíso, en la provincia de Atalaya en Ucayali.
Por su parte, Nora Delgado confirma que “La debilidad de la EIB en Ucayali es que no contamos con suficientes docentes que sean titulados, que hablen la lengua de los niños y que implementen la propuesta pedagógica de la EIB. Esta debilidad es grave sobre todo en las provincias de Purús y Atalaya, donde más del 50% de docentes no tienen el titulo pedagógico porque son egresados de otras carreras – y agrega – Sin embargo, como Dirección Regional estamos pidiendo al Ministerio de Educación (MINEDU) que nos apoye en desarrollar procesos de formación diferentes para la titulación de maestros en la Amazonía”.
Por su parte, Jaico David Rojas Maynas, académico shipibo-konibo y experto en pedagogía intercultural bilingüe, destaca que “El currículo nacional planteado por el MINEDU prevé el desarrollo de competencias que no se encierran, es abierto y permite adoptar una mirada global: los estudiantes y los maestros indígenas tienen que estar abiertos al mundo. El maestro tiene un rol clave, porque tiene que aterrizar este currículo” y comentando las observaciones efectuadas en el marco de su trabajo de acompañamiento en aula, Rojas especifica que “Por ejemplo, respecto a la metodología del diálogo de saberes, hay todavía un vacío: a nivel teórico y pedagógico es muy buena, pero en concreto no es aplicada mucho. Lo que yo he visto es que muchos profesores aplican la misma metodología de una escuela convencional. Falta orientación, capacitación y formación”.
Avances en la EIB son logros de las organizaciones indígenas
Frente a una voluntad política que raramente ha buscado garantizar el derecho a una educación inclusiva, como ahora parece ser la intención de la Dirección Regional de Educación de Ucayali. Muchos de los avances logrados en el ámbito de la EIB en los últimos 52 años han sido fruto de los esfuerzos de autodeterminación de los pueblos indígenas organizados.
En este sentido, reflexionamos sobre esta dinámica y sobre la importancia política de la EIB con Elí Sánchez Rodríguez, profesor EIB jubilado y dirigente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP). El profesor Sánchez relata como en los 80, cuando comenzó su trabajo en el ámbito de la educación, el desarrollo metodológico de la EIB se basaba en los estudios de antropólogos y sociólogos mestizos, sin involucramiento activo de los pueblos indígenas.
Sin embargo, el trabajo hecho por las organizaciones a lo largo de las décadas les ha permitido lograr un protagonismo importante hoy en día. “Nos apropiamos de todo lo que demandamos. Hoy en día hemos alcanzado la madurez para proponer alternativas. Por ejemplo, participamos en la elaboración de currículos y esto se refleja en la mayor consideración del pensamiento indígena en los documentos de gestión EIB, donde incorporamos nuestros conocimientos. Por este lado estamos muy satisfechos de nuestra participación en la elaboración del Proyecto Educativo Regional 2034: todo lo que nosotros pensamos está incorporado en este documento” destaca Elí Sánchez. El Proyecto Educativo Regional 2034 mencionado establece como Acción Estratégica 2.3: “Profundizar el desarrollo de la EIB en la Educación Básica, en especial en el nivel de educación secundaria”.
Más allá de la cuestión educativa, el exprofesor y líder indígena especifica que la EIB es el centro de una lucha llevada a cabo por las organizaciones indígenas debido a su importancia política: “La EIB es un instrumento para recordar y utilizar los conocimientos propios de nuestra cultura y adaptarlos en los currículos para que los jóvenes puedan revalorar su cultura, su lengua y puedan apuntar hacía objetivos pedagógicos, culturales y políticos. Necesitamos esto para fortalecer nuestra identidad”.
Sin embargo, los obstáculos en la implementación eficaz de la EIB, también en los contextos político-institucionales colaborativos a nivel regional, siguen siendo de carácter económico y determinados por decisiones políticas que no centralizan el respeto de los derechos indígenas. “Ahora tenemos que convencer las autoridades en el tema económico, porque todas las actividades para ser implementadas necesitan presupuesto. Esta es la parte más dura, porque se tiene que ver en el Gobierno Regional” comenta Sánchez.
Consecuencias de las deficiencias presupuestales y organizativas
Las deficiencias en el tema del presupuesto invertido en EIB por los responsables políticos se reflejan directamente en la experiencia diaria de alumnos y maestros indígenas. Al respecto, el testimonio de Ketty Janet Gonzales Cervantes, profesora de la institución bilingüe integrada del asentamiento humano intercultural Victoria Gracia, en el Distrito de Yarinacocha, muestra como las faltas institucionales impactan a nivel material: “Necesitamos mejorías en las infraestructuras, porque incluso en la zona urbana hay problemas. Por ejemplo, la escuela donde enseño carece de mobiliario, como sillas y mesas. Hemos tenido que solicitar a los padres de familias que laboren su mesa y silla a cada uno de sus hijos, para que no estén sentados en el piso, porque así estaban los niños cuando hemos iniciado las clases” señala la profesora.
No todas las falencias que caracterizan la vida en una escuela EIB son a causa del bajo presupuesto. En algunas dinámicas entran en juego el nivel de importancia que las autoridades atribuyen a la EIB y a sus deberes de garantizar los medios para que los pueblos indígenas puedan ejercer sus derechos, como el derecho a una educación intercultural. La producción y distribución de materiales de estudio EIB en lengua originaria y con contenido adecuado al contexto cultural de los estudiantes indígenas es revelador en este sentido. Sobre este tema Ketty Gonzales nos cuenta que “El Ministerio de Educación envía los materiales a cada UGEL, que es el ente regional que tiene que repartir los libros antes que inicien las clases. Pero en la institución donde yo trabajo siempre los libros llegan tarde, a medio año. Necesitamos que lleguen a tiempo para poder trabajar, en esta situación tenemos que utilizar los libros del año anterior. Para nosotros como profesores es difícil trabajar así y los estudiantes también sufren. Tenemos que sacar copias del material, pero nadie nos hace copias gratis”.
Preguntando a la directora de la Dirección Regional de Educación sobre las causas de este problema, ella nos señala que “La barrera es que el tiraje de producción de materiales educativos en lengua originaria lo ve el Ministerio de Educación. Lo que pasa es que este tiraje a veces se entrega a las regiones después de la entrega de todos los materiales para la educación básica regular. Esto hace que los materiales de EIB lleguen en los últimos tramos de distribución, y por ello no llegan a las escuelas EIB en abril, cuando empieza el año, sino pueden llegar en mayo o en junio.”.
En el marco de la semana de la EIB, es importante ser conscientes de la complejidad de desarrollar e implementar eficazmente esta política clave para la valorización y el respeto de los derechos indígenas. Sin embargo, la determinación de los pueblos indígenas, tanto en preservar y fortalecer sus identidades culturales como en lograr su plena autodeterminación a través de la educación, continúa, en colaboración con las autoridades estatales y organizaciones de la sociedad civil, avanzando paulatinamente hacia una sociedad más justa e intercultural.
Esta semana de eventos, que se llevarán a cabo en diversos espacios en la ciudad de Pucallpa, es organizada por el Gobierno Regional de Ucayali y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y busca visibilizar la relevancia de la EIB para el fortalecimiento de la identidad indígena y la preservación de los conocimientos ancestrales. Al respecto, Aquiles Vásquez, coordinador de la oficina regional del CAAAP e indígena shipibo-konibo señaló que: “Desde la aprobación de la Ley General de Educación en 1972, se reconoce la obligación de la implementación de la EIB, como un derecho de los pueblos indígenas. Este derecho es avalado en el Convenio número 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.
Aquiles Vásquez, quién viene trabajando de manera articulada con el Gobierno Regional de Ucayali e instituciones como la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA) reiteró que “La EIB nos garantiza la identidad cultural y la preservación de nuestras lenguas indígenas, por eso es tan importante promover la capacitación docente y visibilizar las problemáticas que limitan el acceso a este derecho. Desde el CAAAP, trabajamos en visibilizar la importancia de la EIB, promoviendo espacios de diálogo intercultural y publicando textos en lenguas originarias, escritos por y para los pueblos indígenas amazónicos”.
Finalmente, más allá de la voluntad política, el rol actual de los maestros EIB es uno de los núcleos que garantiza su expansión y fortalecimiento, como concluye la profesora Gonzales Cervantes: “Hay tener la pasión de enseñar en nuestra lengua originaria, si no hay pasión no se puede hacer este trabajo. Si ponemos al pecho la EIB creo que sí, lograremos algo por nuestra patria, por nuestras comunidades y por los pueblos a los que pertenecemos”.