Más de 100 líderes y lideresas indígenas, comunales y de organizaciones sociales participaron en la Audiencia Ambiental y Climática Macro Norte realizada en Chiclayo. Exigieron justicia ambiental, protección de los territorios y la ratificación del Acuerdo de Escazú.
Durante los días 23 y 24 de junio, la ciudad de Chiclayo fue escenario de un encuentro histórico por la justicia climática y territorial. Se trató de la “Ruta de los Pueblos: Audiencia Ambiental y Climática – Macronorte”, espacio que reunió a delegaciones provenientes de Lambayeque, Piura, Tumbes, Cajamarca, Áncash y La Libertad, con el objetivo de articular una agenda común frente a las múltiples amenazas que enfrentan sus territorios.
La fecha principal del evento, el lunes 24 de junio, coincidió con el Día del Campesino, como una forma de visibilizar la lucha de las comunidades rurales e indígenas en defensa de sus derechos, sus tierras y el medio ambiente. La jornada central se desarrolló en la Casa Comunal de la Juventud, donde se llevó a cabo una audiencia pública con participación activa de comunidades afectadas por conflictos mineros, contaminación ambiental, escasez de agua, y criminalización de defensores y defensoras ambientales.
Teddy Sinacay, presidente de la Central de Comunidades Nativas de la Selva Central (CECONSEC), destacó que estos espacios son claves para consolidar una voz colectiva desde los territorios:
“El evento fue muy interesante porque requirió que nosotros como parte de la sociedad civil nos vayamos integrando para poder discutir desde nuestro punto de vista estos temas de la crisis climática y política que se vienen viviendo en el país”.
Teddy Sinacay en La Ruta de los Pueblos. Foto: Andrea Carrasco- CAAAP.
Uno de los momentos más significativos fue la elaboración colectiva de una carta dirigida al Papa León XIV, donde las organizaciones expresaron su preocupación por la situación de injusticia ambiental que atraviesan, así como su compromiso con el cuidado de la Casa Común. La misiva fue entregada a la Diócesis de Chiclayo con el pedido de que sea enviada al Vaticano.
La “Ruta de los Pueblos” permitió también recoger propuestas para una agenda territorial que será llevada a instancias internacionales como la 30° Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), a realizarse en Brasil en 2025. Las organizaciones participantes señalaron que sus voces deben ser escuchadas en estos espacios, donde se deciden políticas que impactan directamente en sus vidas y ecosistemas.
“Tener un espacio propio ayuda para que cada uno se exprese qué le parece la situación de la crisis, ya que las autoridades y políticos no entienden el sentir”, agregó Sinacay. “Es importante entender cómo funciona el Estado ante todo esto”.
Las actividades incluyeron una movilización hacia el Parque Principal de Chiclayo, donde las delegaciones alzaron su voz por la justicia climática, visibilizando problemáticas como la contaminación por metales pesados, la afectación de cabeceras de cuenca, y la desprotección de la pequeña agricultura familiar.
Además de ser una plataforma de denuncia, el evento sirvió como punto de encuentro para consolidar alianzas entre pueblos y organizaciones de la macroregión. En ese sentido, Sinacay valoró el potencial del trabajo colectivo:
“Ayuda un poco conocer nuestras fortalezas: opiniones, aportes para construir una propuesta que va a servir como un instrumento de poder para poder plantearlo en adelante a las autoridades”.
La “Ruta de los Pueblos” fue impulsada por más de 70 organizaciones sociales, ambientales, eclesiales y comunitarias, incluyendo al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM Perú), que acompañaron activamente el proceso.
Este encuentro representa un paso más hacia la consolidación de una red de articulación regional frente a la emergencia climática y por el respeto a los derechos colectivos de los pueblos del Perú.
