18:00 | 31 de enero de 2023 .- Durante nueve días, más de 3600 barriles de petróleo provenientes del Oleoducto Nor Peruano se vertieron por los ríos de la provincia de Condorcanqui, en la región Amazonas, causado graves daños a la vida silvestre y al medio ambiente, y poniendo en riesgo la salud y los medios de subsistencia de, al menos, 17 comunidades indígenas. Este desastre ambiental, reportado el último 18 de enero, siguió el cauce de agua de la quebrada Kañamas, río Chiangos, río Nieva y río Marañón, alcanzando una longitud aproximada de 222 km y llegando a la localidad de Saramiriza, en Loreto, de acuerdo a Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).
Las causas exactas del suceso ocurrido a la altura de las comunidades nativas awajún Putuyakat Pantaam y Najaím Paraiso, en el sector Shawit, distrito de Santa María de Nieva; aún se de desconocen. De acuerdo a Petroperú y la OEFA, las protestas y movilizaciones de los ciudadanos a nivel nacional impidieron que se pudiera realizar la contención del crudo a tiempo. No obstante, esta situación fue negada por el Comité de Lucha Provincial de Condorcanqui, que indicó que las autoridades no se habían acercado a dialogar para coordinar el ingreso de los organismos competentes hasta el 26 de enero, ocho días después de que se reportara el derrame.
El 25 de enero, Petroperú colocó barreras de protección en algunos puntos estratégicos del río Changos, a la altura de la comunidad Nueva Unidad, pero no se logró impedir el avance del crudo a zonas aledañas. Recién el 27 de enero, luego de sostener una reunión con las comunidades indígenas y llegar a un acuerdo, un equipo técnico de la empresa logró instalar una grapa metálica en el ducto para detener la fuga del petróleo, e iniciar las acciones de control, contención y recuperación del hidrocarburo, bajo la supervisión de OEFA.
Mientras tanto, la Red de Salud de Condorcanqui reportó que más de un centenar de personas fueron atendidas por presentar síntomas de contaminación indirecta debido a la presencia del hidrocarburo en sus ríos. «Como red de salud hemos elevado el informe y se está haciendo la búsqueda activa y seguimiento de la gente afectada. Por el momento solo se presenta afectación por inhalación (del hidrocarburo) (…) En un primer momento se hizo la atención a 116 personas que presentaban síntomas por contaminación indirecta», indicó Ana Ramos Reyes, coordinadora de la Unidad de Salud Ambiental de la Red de Salud de Condorcanqui.
Sanción a los responsables
El Gobierno Territorial Autónomo Awajun (GTAA) se pronunció tras el derrame de crudo, y en un comunicado emitido el 25 de enero, sostuvo que esperan que la fiscalía realice las investigaciones correspondientes para «identificar y sancionar de acuerdo a ley a las personas que están acostumbradas a perforar el Oleoducto, provocando daños ambientales que perjudican el hábitat natural del pueblo awajún».