El encuentro académico se realiza del 18 al 22 de agosto en Oxapampa y abordó temas clave como la relación entre el Estado y los pueblos indígenas, la expansión de economías ilegales y las luchas por la defensa territorial. Entre las ponencias destacadas, se presentó una reflexión sobre el reconocimiento del río Marañón como titular de derechos y las estrategias de resistencia del pueblo kukama-kukamiria frente a la desterritorialización.
Lima, 22 de agosto del 2025.- Del 18 al 22 de agosto se está llevando a cabo en la ciudad de Oxapampa el Seminario Permanente de Investigación Agraria – SEPIA XXI, un espacio que congrega a especialistas del mundo rural y amazónico para reflexionar sobre los principales retos sociales, ambientales y políticos del país. En esta edición, el evento giró en torno a tres ejes temáticos: la historia de pactos y tensiones entre el Estado y los pueblos rurales; las territorialidades indígenas y rurales en la Amazonía peruana; y las transformaciones vinculadas a las economías ilegales e informales que hoy impactan con fuerza en estas regiones.
El seminario incluye mesas magistrales, debates paralelos y presentaciones de trabajos de investigación por parte de estudiantes, investigadores y profesionales de diversas disciplinas. A lo largo de cuatro días, están intercambiando miradas críticas sobre la violencia asociada a problemáticas como el narcotráfico y la minería ilegal, los desplazamientos territoriales, los conflictos socioambientales y las distintas formas de organización comunitaria en el ámbito rural.
Una de las mesas paralelas del tercer día, el miércoles 20 de agosto, estuvo dedicada a explorar las nuevas perspectivas en torno a los derechos de la naturaleza y las luchas territoriales de los pueblos indígenas de la Amazonía. En ese espacio, la investigadora Karla Flores Príncipe presentó una ponencia titulada “El río Marañón como titular de derechos: estrategias jurídicas y de resistencia del pueblo kukama-kukamiria frente a la desterritorialización en la Amazonía peruana”. Flores, coordinadora de la oficina de Junín del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica, elaboró su ponencia desde su trabajo académico sobre justicia ambiental y derechos indígenas. “Reconocer al río Marañón como titular de derechos es garantizar su protección, pero también reconocer la cosmovisión de los kukama-kukamiria. Para ellos, el río tiene interioridad compartida, como una persona, y cuestiona la mirada antropocéntrica del derecho”, señaló Flores.

Karla Flores exponiendo su ponencia ‘El río Marañón como titular de derechos: estrategias jurídicas y de resistencia del pueblo kukama-kukamiria frente a la desterritorialización en la Amazonía peruana’.
Su exposición abordó cómo las comunidades kukama-kukamiria han impulsado litigios y acciones jurídicas para que el río Marañón sea reconocido como titular de derechos, articulando marcos legales con una profunda cosmovisión de cuidado territorial. Planteó que este planteamiento no solo tiene un alcance simbólico, sino que busca frenar proyectos extractivos que amenazan con fragmentar su territorio y cultura. “Una de las primeras estrategias de resistencia ha sido el fortalecimiento organizativo, en especial de las federaciones de mujeres, que han impulsado demandas y procesos judiciales. Pero también resisten desde la cotidianidad, cuidando su territorio y sus tradiciones alrededor del río”, explicó.
Al poner en diálogo estas estrategias con procesos similares en otras regiones de América Latina, su planteamiento aportó a una discusión más amplia sobre el derecho a la autodeterminación y el reconocimiento legal de los territorios indígenas frente al avance de actividades extractivas e ilegales. Además, señaló cómo estas iniciativas jurídicas se sostienen desde la organización comunitaria, las redes de apoyo local y el fortalecimiento de la identidad cultural. “Este tipo de luchas nos deja aprendizajes: cuestionar la mirada antropocéntrica del derecho y reconocer que son los pueblos y comunidades quienes lideran procesos históricos. El fortalecimiento de las organizaciones indígenas no solo protege territorios, también abre caminos para repensar el derecho desde sus cosmovisiones”, destacó Flores.
Los primeros días del SEPIA XXI concluyeron con un saldo de valiosos aportes académicos sobre la complejidad de la Amazonía, así como con el compromiso colectivo de seguir investigando formas de resistencia y alternativas de desarrollo que surjan desde los territorios y las propias comunidades.