En el mundo 46 millones de personas que viven en esta condición, un 28% más que en 2014.
Con más de 200,000 personas viviendas en alguna forma deesclavitud moderna, el Perú se ubica en el tercer lugar de América y puesto 18 de 181 países del mundo, con más población que sufre la privación absoluta de libertad para decidir sobre su propio destino. Ello según el informe presentado este martes por la fundación Walk Free.
La esclavitud moderna, de acuerdo con las Naciones Unidas, se refiere a cualquier actividad forzosa de una persona sobre otra, a través de la cual un individuo es esclavizado para el tráfico de personas, trabajo forzado, la servidumbre por deudas, el matrimonio forzado o servil, o la explotación comercial sexual.
De acuerdo con el Índice Mundial de Esclavitud, en América se calcula que hay más de 2’048,100 millones de individuos cautivos en formas modernas de esclavitud. México es el país de América con el mayor número absoluto de personas viviendo en esa situación (376,800). Sin embargo, en porcentajes, Haití y la República Dominicana poseen el mayor predominio en la región, con un 0.995% de su población viviendo en esclavitud moderna.
Los países americanos que poseen los menores predominios son Canadá (0,018%), los Estados Unidos (0.018%), Brasil (0.078%), en ese orden, aunque en términos absolutos, Brasil (161,100) y los Estados Unidos (57,700) siguen mostrando cifras absolutas significativas, en términos de la cantidad total de individuos cautivos en la esclavitud moderna.
La problemática afecta a hombres, mujeres y niños, y se ha manifestado como mano de obra forzada, explotación sexual y, en menor grado, la mendicidad forzada.
El trabajo forzado afecta principalmente a hombres y mujeres en los sectores agrícola, minería, construcción e industrias domésticas, principalmente en Norte y Centroamérica y el Caribe. En tanto, el trabajo forzado es un tema frecuente entre los grupos indígenas de Perú, Colombia y Bolivia.
Del mismo modo, las minas de oro en Colombia y Perú, en comparación con otras naciones de América, tuvieron la mayor prevalencia de violencia sexual y trata de personas.
En Perú se estima que en 2010, en un solo campamento minero había aproximadamente 2,000 esclavos sexuales, de los cuales 60% eran niños. En el 2011, se estimó que 1,200 niñas de edades comprendidas entre los 12 y 17 años fueron objeto de trata para la explotación sexual vinculada a la industria minera.
ESCLAVITUD EN EL MUNDO
De acuerdo con el informe, en el mundo 45.8 millones de personas sufren alguna forma de esclavitud moderna y la cifra representa un aumento de 28% con relación al 2014.
Corea del Norte es el país con el mayor predominio de esclavitud moderna, ya que se calcula que 4.37% de su población está esclavizada. También es el país con la menor respuesta gubernamental, en términos de acciones tomadas para combatir laesclavitud moderna.
El siguiente mayor predominio de esclavitud se encuentra en Uzbekistán (3.97%), seguido por Camboya (1.65%).
En términos de números absolutos, India posee los más altos, con aproximadamente 18.35 millones de individuos esclavizados, seguida por China (3.39 millones), Pakistán (2.13 millones), Bangladesh (1.53 millones) y Uzbekistán (1.23 millones). Esos cinco países juntos poseen el 58% de los individuos esclavizados del mundo, o 26.6 millones de individuos.
POCAS ACCIONES
El Índice Global de Esclavitud también realiza un seguimiento de las acciones y respuestas de los gobiernos a la esclavitud moderna. De los 161 países evaluados, solo 124 penalizaron el tráfico de individuos, en concordancia con el Protocolo de las Naciones Unidas contra el tráfico, y solo 96 implementaron planes de acción nacionales para coordinar las respuestas del gobierno.
Las respuestas gubernamentales más enérgicas en contra de la esclavitud moderna en América se dieron en los Estados Unidos, Argentina, Canadá y Brasil.
Ante este panorama, Andrew Forrest, de la fundación Walk Free, solicitó a las diez mayores potencias económicas del mundo que adopten leyes para garantizar que todas las organizaciones sean responsables por los casos de esclavitud moderna en sus cadenas de suministro.
“Creo en el rol esencial de los líderes de gobierno, de las empresas y de la sociedad civil. A través de nuestro empleo responsable del poder, de la fuerza de convicción, de la determinación y de la voluntad colectiva, juntos podemos guiar al mundo hacia el fin de la esclavitud”, manifestó.
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Fuente: Perú21