Según un reporte del Consejo Indigenista Misionario, los derechos y la propia vida de los indígenas brasileños continúan bajo amenaza.
10:06|06 de octubre de 2017.- El Consejo Indigenista Misionario (CIMI) denunció que al menos 118 indios fueron asesinados en Brasil el año pasado y, aunque la cifra fue menor a los 137 casos ocurridos en 2015, los derechos y la propia vida de los indígenas continúan bajo amenaza.
El organismo vinculado al Episcopado presentó su informe sobre la situación en las aldeas correspondiente a 2016 y aseguró que «los retrocesos políticos que azotan a la mayoría de los brasileños tuvieron como uno de sus focos la apropiación de tierras ancestrales de los pueblos indígenas».
Las posibles causas. El informe hace referencia a medidas adoptadas por el Gobierno de Michel Temer que redujeron la superficie de reservas indígenas o que apuntan a la «apropiación de bienes comunes en ellas existentes, como madera, agua y minerales, entre muchos otros».
También reitera una antigua denuncia en cuanto a la precaria atención médica que reciben los indígenas y subraya la forma en que ello afecta sobre todo a los menores.
Pésimos servicios públicos. De acuerdo al informe, 735 niños menores de cinco años murieron en tierras indígenas en 2016 debido a las deficiencias de las redes de salud pública en esas regiones, frente a los 599 que fallecieron el año anterior.
Sin precisar las causas, el estudio también indica que durante el año pasado se registraron 106 casos de suicidios entre indígenas, 19 más que en 2015, y en que su mayoría ocurrieron en aldeas situadas en las márgenes de ríos que recorren el estado Amazonas.