Por Jorge Bracamonte Allaín*
16:25|06 de diciembre de 2017.- Como ya todas y todos estamos informado/as, estamos viviendo la crisis institucional más seria en lo que va desde el retorno a la democracia. En la práctica el fujimorismo, desde el Congreso de la República, con su talante autoritario, se ha convertido en el gran decisor del Estado peruano. Ha logrado mediatizar al ejecutivo, imponiéndole condiciones y altos funcionarios, incluyendo ministros y vice-ministros.
Sobre esta base viene avanzando sobre otros poderes del estado (constitucionalmente autónomos), avasallando instituciones y ninguneando autoridades con el único objetivo de alinearlos a sus particulares intereses, no sólo electorales sino, eventualmente, criminales. Esta situación nos coloca en una situación bastante sui-generis, la de una democracia tutelada por un Congreso autoritario (no democrático).
En este escenario además, se viene revelando cómo la mega-corrupción, de Odebrecht y otras corporaciones empresariales, ha impregnado en casi la totalidad de tiendas políticas que se han hecho de los sucesivos gobiernos de la transición democrática, así como de los gobiernos regionales y el de Lima Metropolitana.
Esta corrupción, de carácter criminal, no sólo nos ha hecho más pobres, sino que nos ha quitado derechos y oportunidades en educación, salud y trabajo, entre otros, y hoy atenta contra las posibilidades que podamos mirar con optimismo y esperanza el futuro.
Por ello, lo/as peruano/as saldremos nuevamente a las calles para defender nuestras instituciones, más allá de sus debilidades, pues no tenemos otras; saldremos a las calles para que quienes delinquieron traficando con la confianza del pueblo vayan a la cárcel; para que la justicia alcance a todo/as, y no como quiere la mayoría congresal, exceptuando a su lideresa Keiko Fujimori y al ex-presidente García; saldremos a las calles porque las peruanas y peruanos no queremos más abusos y ni más impunidad.
Ciertamente, la situación es muy delicada y hoy requiere de todas y todos. En los siguientes días y semanas no se juega poco, se juega nuestra forma de convivencia, se juega la posibilidad que el crimen y la impunidad nos avasallen, que nos arrebaten la memoria y la posibilidad de imaginarnos un otro futuro.
Por estas razones colegas, la Secretaría Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y nuestro Consejo Directivo Nacional lo/as convoca a sumarse y movilizarse decididamente en defensa de la institucionalidad democrática y contra la corrupción. Las convocamos para que cada una de sus organizaciones se constituya en un elemento de articulación que facilite y potencie la respuesta ciudadana, mediante marchas, plantones o vigilias, de acuerdo a las posibilidades y particularidades de cada región del país.
No permitamos que nos arrebaten el país, hagamos del 06 de diciembre la fecha del ¡Basta Ya!
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*Jorge Bracamonte Allaín es Secretario Ejecutivo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
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Tomado del sitio web de Servindi.