El 5 de marzo de 2017 la comunidad shipiba perdía a uno de sus líderes más emblemáticos. El profesor Marcial Vásquez gestó la fundación de la organización regional de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) en Ucayali e impulsó la creación de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA) con la finalidad de brindar oportunidades de formación a la juventud indígena
11:18|05 de marzo de 2019.- Quienes tuvieron oportunidad de conocerle supieron bien de sus nobles propósitos y el énfasis en la revalorización de la cultura indígena amazónica y, más en concreto, de su pueblo, el shipibo. El profesor Marcial Vásquez, quien falleció el 05 de marzo de 2017, tras complicaciones en la enfermedad que padecía desde tiempo atrás, siempre tuvo claro que la defensa de lo amazónico iba a ser su ‘modus vivendi’ y, desde los diferentes cargos que ostentó a lo largo de su vida, se abocó a ello.
En la época en que fue diputado regional por Ucayali, por ejemplo, impulsó la creación del Instituto Regional de Desarrollo de las Comunidades Nativas (IRDECON), una institución hoy reconvertida a la Gerencia de Desarrollo de Pueblos Indígenas. También don Marcial tuvo mucho que ver en el impulso de la organización regional de AIDESEP, en lo referente a su región de Ucayali. En el ámbito netamente educativo su mayor logro fue, ya en sus últimos años de actividad, la creación de la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA), hoy con estudiantes en sus paredes procedentes de varios pueblos indígenas y poniendo a Pucallpa como un enclave de defensa de la interculturalidad y la valorización de lo amazónico, tanto en lo social como en lo educativo.
Tras su fallecimiento, nadie duda que dejó un vacío enorme en el liderazgo indígena. Sin embargo, también es unánime la opinión de que, gracias a su trabajo, el profesor Marcial dejó al asociacionismo indígenas mucho más fortalecido. Combatir la discriminación y todas barreras que, desde el Estado y su burocracia, se encuentran los indígenas fue uno de sus propósitos. Visionó desde muy joven la injusticia que supone la exclusión de los pueblos indígenas en ámbitos diversos, injusticia que denunció cada vez que tuvo oportunidad.
Todo un legado que cada 5 de marzo el pueblo shipibo rescata y que sirve de inspiración para continuar en el camino del reconocimiento indígena para una convivencia intercultural y un desarrollo sostenible de los pueblos amazónicos.