En un desayuno de trabajo, ocho electos parlamentarios de seis partidos políticos dialogaron con especialistas y líderes religiosos unidos en torno a la defensa de los bosques tropicales. El encuentro estuvo propiciado por la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales – IRI Perú
Por: Beatriz García Blasco – CAAAP
11:15|11 de marzo de 2020.- “No sé si les pasará a ustedes, pero a mí, cuando veo un bosque talado, me duele”. Laura Vargas es la coordinadora de la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales (IRI) en el Perú, una organización que se presenta bajo el objetivo de unir a personas de todas las creencias para poner fin a la deforestación tropical. Ante ella están ocho congresistas electos que recién comienzan a caminar en la esfera política nacional. Varios de ellos, reconocen, no han escuchado nunca antes hablar de esta iniciativa, y la felicitan. Son Marco Antonio Verde (Pasco); Lusmila Pérez (Huánuco); Lenin Abraham Checo (Apurímac); José Antonio Núñez (Arequipa); Daniel Federico Olivares (Lima); Carlos Alberto Almerí (Lima Provincias); Felicita Tocto (Cajamarca); y Alexander Lozano (Madre de Dios).
Ocho representantes de seis colores políticos diferentes, algo destacado por Vargas porque, igual que la sensibilidad y cuidado de la naturaleza no entiende de religión, tampoco debe tener bandera política. “No nos debemos olvidar de que Perú es uno de los 17 países más megadiversos del mundo”, recuerda, “defendiendo los bosques defendemos la vida”.
El encuentro se dio en el marco de un desayuno de trabajo donde, además de los parlamentarios y los representantes de IRI-Perú también se contó con representantes de otras organizaciones aliadas y líderes religiosos de diferentes confesiones. En un primer momento se realizó la intervención de expertos como Suyana Huamaní, consultora independiente que expuso sobre el desafío político que implica la protección de los bosques; Richard O’Diana, abogado del Movimiento Ciudadano Frente al Cambio Climático quien informó sobre el compromiso de Perú al año 2030 y las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC); y Fátima Contreras y Katherine Sánchez, de la Sociedad Peruana de Defensa Ambiental (SPDA), que hablaron sobre la necesidad urgente de articular estrategias para la defensa de los defensores del bosque y sobre la ratificación del Acuerdo de Escazú. “Más del 60% de los conflictos reportados por la Defensoría del Pueblo el año pasado son de tipo socioambiental”, indicaron desde SPDA, “y la protección del medio ambiente es, a día de hoy, la situación que más riesgo genera no solo para la vida, sino a nivel de una estigmatización”.
Impresiones y compromisos de los congresistas
Luego de escuchar con atención, los ocho congresistas manifestaron su intención de impulsar y apoyar una agenda legislativa de protección de los bosques tropicales. El congresista por Alianza para el Progreso de la región Pasco, Marco Antonio Verde, manifestó sentirse con el “deber moral” de aportar desde su posición a la protección de la Amazonía considerando que “más del 50% de Pasco es selva”, él mismo es natural de Oxapampa y existen en su zona distritos prácticamente vírgenes como Puerto Bermúdez o Palcazú, habitadas por representantes indígenas asháninkas y yáneshas principalmente. Por su parte el Carlos Almerí, ahora de Podemos Perú y excongresista por Loreto, manifestó su preocupación por el actuar de algunos líderes indígenas un tanto “acriollados” y puso sobre la mesa la necesidad de que el Estado fortalezca las fronteras y ponga más mano dura contra el narcotráfico.
Alexander Lozano, congresista electo por una de las regiones amazónicas más castigadas, Madre de Dios, puso sobre la mesa la propuesta de realizar una mesa de trabajo específica sobre las problemáticas medioambientales a desarrollarse en su departamento con el objetivo de valorar los aciertos y errores de ciertas iniciativas del Estado (como el Programa Bosques) y de los proyectos de diversas ongs que trabajan en la Amazonía. “No dudo de que detrás de todo ello hay buenas intenciones, pero debemos comprobar la efectividad real que eso tiene para la protección y para los pueblos, a fin de mejorar y adecuarse realmente a la realidad de la zona”, afirmó. El parlamentario del Frente Amplio de la región Apurímac, lamentó que la situación actual y amenazas que planean sobre la Amazonía es “lamentablemente parte del sistema” y pidió pensar en el futuro dejando un “soporte sólido para nuestros hijos”.
El Partido Morado estuvo también presente en la figura de Daniel Olivares quien alabó la iniciativa asegurando que “en un Estado laico, que diferentes religiones estén trabajando juntas con la sociedad civil es, cuanto menos, inspirador” y solicitó más información por parte de los especialistas a fin de actualizarse en qué hacer para aportar desde el Congreso. Por ejemplo, quiso saber si ya existen experiencias exitosas en temas de formalización de tierras, planteó la importancia de cómo movilizar a las comunidades religiosas en la defensa de la Amazonía y mostró su interés por conocer más sobre los CNS. Otro miembro de la bancada morada fue José Antonio Núñez, quien consideró que la defensa del medio ambiente debe ser un “compromiso de todos” y aseguró que, para ello, la ausencia todavía palpable del Estado en muchos lugares es un importante obstáculo.
Los últimos congresistas en tomar la palabra fueron Felícita Tocto (Somos Perú) y Lusmila Pérez (Alianza para el Progreso). La primera aseguró que en su región Cajamarca los efectos del cambio climático son evidentes y “nos trae todos los años desastres naturales”. Destacó también la importancia de la educación ambiental desde las escuelas así como cambiar la visión de que “el Perú no es Lima”. Por su parte la congresista de Huánuco, quien ya ejerció en el pasado como autoridad local y trabajó en proyectos de reforestación en el Alto Huallaga, manifestó su diagnóstico del problema basándose en su propia experiencia. “Es una falta de cultura, en el Perú no estamos acostumbrados a sembrar, hay una cultura de la inmediatez y ante este tipo de proyectos muchas veces te topas con un evidente rechazo”, aseveró.
El evento estuvo clausurado por Monseñor Salvador Piñeiro, actual arzobispo de Ayacucho, quien indicó que la situación debe cambiar porque “lamentablemente, hemos estado de espaldas a la selva, un territorio que tiene más del 60% del territorio pero por ejemplo, desde la Iglesia, solo tenemos a un 13% de la gente ahí trabajando en los lugares más alejados y distantes”. Cabe mencionar que IRI-Perú reúne a las diversas confesiones de fe con presencia en el Perú, como son las iglesias Católica, Evangélicas (CONEP y UNICEP), Anglicana, Metodista, Luterana, Adventista, de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comunidades Judía, Islámica, Budista, Bahaí, Brahma Kumaris, entre otras que unidas trabajan en la defensa de un bien común para la vida y la creación: los bosques tropicales.