“Todavía no quiero morir, yo quiero luchar”. Antonio Sueyo, octogenario harakbut de Madre de Dios, recibió la vacuna de Astrazeneca

La región cuenta con más de 4.000 dosis para inocular a los adultos mayores. Desde las comunidades nativas se piden estrategias que posibiliten la vacunación de los sabios y sabias indígenas que todavía permanecen vivos

Antonio Sueyo, luego de ser vacunado. Foto: Paolo Peña

Por: CAAAP

13:30 | 28 de abril de 2021.- Antonio Sueyo ya fue noticia en julio el año pasado. Este octogenario indígena del pueblo Harakbut de Madre de Dios era, en aquellos días, la más viva imagen de la esperanza. La imagen que daba fuerzas para seguir batallando contra la pandemia en medio de la desolación que producía el aumento incesante en el número de muertes por Covid-19 en toda nuestra Amazonía. Luego de dos semanas internado en el Hospital Santa Rosa de Puerto Maldonado, ‘Sontone’, su vedadero nombre en Harakbut, salía el 15 de julio de allí con las manos en alto. “Estoy muy contento. Regresaré a mi comunidad, ese es mi sitio”, decía entonces.

Ayer la sonrisa de su rostro, evidente a pesar de la mascarilla, volvía a ser inmortalizada por los fotógrafos de la región. Un nuevo día para la esperanza y para el optimismo. Una nueva oportunidad para seguir caminando en su longeva vida que, oficialmente, le atribuye 82 años. “Yo todavía no quiero morir, sé que algún día tendré que morirme, pero es muy pronto aún, yo quiero luchar”, decía en su idioma apoyándose en la traducción de su hijo Héctor, que siempre le acompaña, “por eso estoy muy contento con esta vacuna”.

El líder indígena se fotografió con el equipo de salud. Foto: Paolo Peña

Su envidiable vitalidad, que no pasa desapercibida para casi nadie, le llevaba no solo a agradecer por ser uno de los primeros adultos mayores de la región Madre de Dios en recibir la vacuna, sino a ser ejemplo para otros. En esa línea, hacía un llamado y una invitación clara hacia quienes, como él, ya tienen más de setenta años de vida y en estos días tienen oportunidad de inocularse la primera dosis de la vacuna de forma completamente gratuita.

“Ojalá todos vengan a vacunarse. Hay que sobrevivir y batallar con este virus. Quiero que todos vengan, también los hermanos de las comunidades harakbuts, matsigenkas… de todos los pueblos, que vengan aquí a Maldonado a vacunarse”, animaba.  Como se recuerda don Antonio Sueyo vivió su niñez y adolescencia en situación de aislamiento, antes de que se produjese el proceso de contacto del pueblo Harakbut.

Más de 4000 vacunas para adultos mayores de Madre de Dios

El último 22 de abril, Madre de Dios recibió 4.260 dosis de la vacuna de Astrazeneca para sus adultos mayores. En ese sentido entre el martes 27 y el viernes 30 de abril se está procediendo con las inoculaciones en cuatro centros educativos de la ciudad, de acuerdo al cronograma difundido desde el Gobierno Regional de Madre de Dios.

Sin embargo, a través de redes sociales varios voceros indígenas vienen solicitando que, para el caso de los sabios y sabias que todavía viven en las comunidades indígenas de la región, se articule una estrategia que permita acercarles la vacuna, pues las comunidades se ubican en lugares muy apartados y la mayoría no cuenta con los recursos necesarios para trasladar a sus mayores hasta Puerto Maldonado.

Artículos relacionados

Inundaciones en la Amazonía: Un reflejo de la inacción y desatención del Estado

Inundaciones en la Amazonía: Un reflejo de la inacción y desatención del Estado

Las intensas lluvias y el desbordamiento de los ríos en las regiones de Junín, Ucayali y Loreto han provocado una grave crisis humanitaria en las comunidades indígenas de la Amazonía peruana. La falta de respuesta efectiva por parte del Estado y la desatención histórica a las demandas de los pueblos originarios agravan la situación, poniendo en riesgo la vida, la salud y los derechos humanos de miles de personas, especialmente de los pueblos indígenas amazónicos.

leer más
Obispos del CAAAP y CEAS piden al Ejecutivo observar ley que limita el trabajo de la sociedad civil y afecta a los más vulnerables

Obispos del CAAAP y CEAS piden al Ejecutivo observar ley que limita el trabajo de la sociedad civil y afecta a los más vulnerables

En una carta dirigida a la Presidencia de la República y otros representantes del Poder Ejecutivo, los Obispos de los Vicariatos Apostólicos integrantes del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), en articulación con los obispos de la Pastoral Social del Perú y de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), expresan su profunda preocupación por la reciente aprobación de la modificación a la Ley de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI). Esta norma impone restricciones injustificadas a las organizaciones de la sociedad civil, limitando su labor en la promoción de derechos y el acceso a la justicia de las poblaciones más vulnerables. Por ello, exhortan al Poder Ejecutivo a observar la ley y a garantizar el respeto a la democracia y las libertades fundamentales, evitando medidas que silencien a la sociedad civil y debiliten la defensa de los derechos humanos en el país.

leer más

Ud. es el visitante N°

Facebook

Correo institucional CAAAP

Archivos

Pin It on Pinterest