15:20 | 05 de noviembre de 2021.- La Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP) expuso hoy ante el mundo los múltiples impactos de la crisis climática en los territorios, los derechos y las vidas de los pueblos y las mujeres indígenas. Fue en el side-event “Aprendiendo sobre acciones de comunicación y conocimiento ancestral en Amazonía, los Andes y el Himalaya”, realizado en el marco de la COP26 que se reúne en Glasgow, Escocia, Reino Unido.
En este evento participaron presencialmente la presidenta de la organización, Melania Canales Poma, indígena quechua, y la secretaria de la juventud y la niñez Karen Huere Cristóbal, indígena asháninka. Y a través de videos, compartieron sus visiones y experiencias Mayra Macedo, indígena shiwilu, presidenta de OCIDMUSHI, base de ONAMIAP, y Guadalupe Flores, indígena quechua, de la organización Sumac Tika.
Melania Canales denunció los conflictos que afectan los territorios ancestrales, debido a las actividades extractivas y de infraestructura que son impuestas por el Estado y sus leyes de despojo territorial, poniendo en grave riesgo la vida de todos y de la Madre Naturaleza.
Explicó, además, que en los últimos 18 años hubo cerca de noventa y seis asesinatos de defensores y defensoras territoriales y ambientales, cuyos casos están impunes, sin que el Estado tome medidas de protección y sanción. “No solo destruyen, contaminan y nos despojan de nuestros territorios ancestrales, sino también nos están matando por defenderlos”, subrayó.
Es decir, para la presidenta de ONAMIAP, el Estado peruano no solo es responsable por no garantizar la seguridad jurídica de los territorios ancestrales, sino también por promover leyes internas de despojo, negarse a ratificar el Acuerdo de Escazú y a reconocer a la Madre Naturaleza como sujeto de derecho y ente vivo.
«La diversidad de vidas del planeta está en nuestros territorios indígenas y a lo largo de los siglos la hemos sabido preservar para las futuras generaciones. Pero hoy el individualismo y la codicia humana nos quieren desaparecer», indicó. Asimismo, enfatizó que los pueblos originarios pueden ayudar con sus conocimientos, saberes, ciencia y tecnología ancestral a salvar la vida del planeta para las futuras generaciones.
En su testimonio, Karen Huere recordó que, cuando ella era niña, tenían suficientes alimentos que les prodigaba la Madre Naturaleza. Pero hoy esta forma de vida armoniosa está siendo impactada, no solo por el cambio climático, sino también por actividades extractivas como la deforestación y la minería.
Señaló también que la deforestación en la ribera de los ríos produce inundaciones y hace que se sequen los ojos de agua y se ponga en grave riesgo la seguridad alimentaria. «La minería hace que los ríos se contaminen y no tengamos peces para comer», mencionó. Otro problema, agregó, es el cambio de uso de la tierra que viene haciendo el Estado peruano, lo que provoca la destrucción de los ecosistemas, las fuentes de agua, los bosques primarios y acelera el calentamiento global.
Frente a ello, su pueblo promueve la protección y conservación de las fuentes de agua, sembrando plantas nativas. Lo hacen desde el reconocimiento de la importancia de valorar y respetar los lugares sagrados de nuestras comunidades. Además, continúan con los diálogos de saberes: recuperando, compartiendo y aprendiendo de nuestras hermanas mayoras desde el diálogo intergeneracional y el compromiso de conservar, proteger y transmitir estos saberes.
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Nota publicada originalmente en la web de ONAMIAP. Se puede leer aquí.