A la espera de una sentencia favorable del Tribunal Constitucional sobre la demanda presentada por dos asentamientos humanos del distrito de Punchana, en la capital de Loreto, para acceder al servicio de agua potable y saneamiento; el obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos envió un comunicado para recordar que lo que se exige «es un derecho humano elemental».
Por: CAAAP
15:30 | 20 de enero de 2022.- «Sueño que antes del próximo 22 de marzo, Día Mundial del Agua, podamos contar con una sentencia firme y positiva a favor de estos asentamientos humanos». Mons. Miguel Ángel Cadenas, obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos, se pronunció hoy sobre la demanda interpuesta en el Tribunal Constitucional por el derecho al agua y alcantarillado de la población de los asentamientos humanos Iván Vásquez y 21 de septiembre, ubicados en el distrito de Punchana, provincia de Maynas, Loreto.
A través de un comunicado, el obispo sostuvo que «en medio de una pandemia, lavarse las manos con frecuencia no debiera ser un lujo reservado a unos privilegiados». Y es que, desde 2016, la Iglesia Católica apoya la demanda presentada por estos dos asentamientos humanos para acceder a su derecho de gozar de un medio ambiente sano, equilibrado y adecuado, así como para contar con el servicio de agua potable y alcantarillado; pues la población de este sector de Iquitos enfrenta desde hace varios años la falta de recojo de basura, y el vertimiento de los residuos sólidos de EsSalud y el Camal de Punchana.
Como consecuencia de esta situación, las familias han presentado enfermedades de la piel, diarrea, vómito, problemas digestivos, entre otros males. «No es un problema económico, pero económicamente se pierde mucho dinero en tratamientos, bajas médicas y muertes tempranas. Además del dolor y sufrimiento que acarrean, las consecuencias son pavorosas: muerte y exclusión social. Siendo una zona de alta tasa de natalidad, estamos imponiendo trabas muy pesadas a los niños. Se merecen un futuro mejor», mencionó Mons. Miguel Ángel Cadenas.
En el documento publicado hoy también hizo énfasis en las palabras del Papa Francisco, quien repite incansablemente que el agua potable es “un bien de toda la familia humana”, “un bien esencial para la vida”. «No puedo resignarme a la pobreza. Me duele. Reconozco que acompañar a estas personas ha sido una fuente de satisfacción para mí (…) No tenemos derecho a robarles la esperanza. El respeto a la dignidad de los humildes es la medida de nuestra humanidad. Confiamos en una respuesta positiva del TC para con estos asentamientos humanos», sostuvo el obispo del Vicariato de Iquitos.