Por: Radio Ucamara (Nauta, Loreto)
11:00|10 de agosto de 2020.- Esta tarde del domingo 9 de agosto de 2020, en el día de los pueblos indígenas, llegan al puerto de Nauta 4 indígenas heridos y dos policías. No hay diferencias. Y los cadáveres importan menos. Si fueran funcionarios de Estado o empresarios petroleros habría venido un avión o helicópteros por ellos. Los cuidados serían de primera. Quizá una clínica de 500 mil soles les habría venido a recoger para atenderlos; dinero que pueden pagarse con la riqueza que da el petróleo de estos territorios. Para los pueblos indígenas solo muerte y abandono y una alta tasa de injusticias que se suman a diario.
Más de dos décadas han pasado en mesas de negociaciones, mesas de acuerdos, mesas de corrupción, mesas de mentiras y más mentiras; mientras los pueblos seguimos esperando justicia y respeto. Muchas demandas en contra de la mega inversión que enriquece a unos cuantos y condena a la miseria a muchos pueblos han terminado en beneficios que no benefician a los pueblos. Muchos pronunciamientos estériles y oídos sordos de los funcionarios irresponsables.
Los medios de comunicación capitalinos han hecho sus propias conclusiones y condenas. Se copian de la plana del Estado y de las empresas que las financian y solo queda un culpable, nuestros pueblos, nosotros. Esa misma es la imagen y las conclusiones a las que llegan muchos peruanos y peruanas que insultan a nuestros pueblos y restriegan su desprecio con indiferencia e insultos, mientras se avalan las acciones económicas del Estado y las empresas corruptas y asesinas.
Si un policía del pueblo existe para proteger al pueblo, ¿por qué acaba asesinándolo? Hay intereses superiores a la vida que el capitalismo ha incrustado en nuestra memoria que debemos arrancar o terminaremos matándonos entre nosotros. La misma gente que se forma en las universidades se han convertido en nefastos personajes con poder en sus manos entregados por el propio pueblo y lo que hacen es matar al pueblo. Las mentes más preclaras, las más estúpidas para amar la vida y subyugarse al dinero.
Si el Covid 19 ha cobrado muchas vidas, no lo hizo seleccionando; aunque todos no hayamos tenido las mejores posibilidades de enfrentarlo. El capitalismo selecciona, mata, es brutal y no tiene un solo rostro, tiene muchos rostros y muchos nombres. Precisa nombrarlos y llamarlos por sus nombres. Hay que levantarnos todos los pueblos de la Amazonía no importando las fronteras. Hay que levantarnos con todos los que aquí habitamos, con todo lo que tenemos. El enemigo utiliza armas de fuego, mentiras y confusión. Utiliza promesas y nos enfrenta. Hay que levantarnos contra eso. Nada puede ser más poderoso que la conciencia, los pueblos la tenemos y tenemos armas aún más poderosas que eso. Es tiempo de enderezar esas rodillas y esos brazos, afinar la mirada y los sentidos, es tiempo de empuñar la conciencia.